El Presidente Sebastián Piñera se refirió a las movilizaciones estudiantiles, a nueve semanas de iniciado el conflicto, y descartó definitivamente la posibilidad de contar con una educación de calidad, gratuita y para todos los chilenos.
“Todos quisiéramos que la educación, la salud y muchas cosas más fueran gratis para todos, pero quiero recordar que al fin y al cabo nada es gratis en esta vida, alguien lo tiene que pagar. Si les dados educación gratuita al diez por ciento más favorecido de nuestra sociedad, lo que estaríamos haciendo es que el total de la sociedad, incluyendo los más pobres, con sus impuestos estarían financiando la educación de los más afortunados”, dijo el Mandatario.
El Presidente reconoció en el movimiento estudiantil la capacidad de los jóvenes de instalar en la agenda un tema tan relevante como la educación, pero por otro lado, destacó también una serie de cifras negativas, como que en estos tres meses se han registrado 1914 detenidos, 260 carabineros heridos, 36 estudiantes heridos, 275 mil alumnos sin clases y 66 mil horas de clases perdidas.
Por su parte, el ministro Bulnes nuevamente acusó de intransigentes a los estudiantes, al reiterar que el Gobierno ha mantenido una actitud dialogante, pero que son los propios jóvenes los que se han negado a llegar a acuerdos, insistiendo otra vez en que su última propuesta ni siquiera ha sido leída.
“Presenté el documento el 21 de agosto que, de verdad, yo siento que no lo han revisado, no lo han mirado suficientemente los estudiantes. De hecho, hasta el día de hoy no me han emitido ni siquiera un comentario (dicen) simplemente ‘queremos un nuevo documento que nos acoja a todos’. Esa no es la forma de dialogar, de avanzar, lo que se echa de menos en este minuto no es solamente la voluntad de diálogo del Gobierno, que está, sino que la voluntad de los estudiantes que se organicen, que no dejen que los más intransigentes se apoderen de la conversación del resto y que seamos capaces de seguir avanzando”, señaló Bulnes.
Esgrimiendo nuevamente criterios de mercado en el acceso a la educación, las autoridades plantearon la necesidad de ceder en las demandas del movimiento y focalizar los recursos del país, privilegiando, como indica el GANE, al 40 por ciento de los chilenos más vulnerables.
Sin embargo, esta necesidad de priorizar en recursos ha sido cuestionada. Incluso a nivel internacional, se estaría dando este debate. El diario El País de España, escribió un artículo donde señala que Chile cuenta con más de 10 mil euros de renta per cápita, un verdadero récord a nivel Latinoamericano, y no sufre la crisis del primer mundo.
En este sentido, nuestro país tendría todas las condiciones para implementar un cambio de modelo y avanzar hacia la educación gratuita, además de trabajar en otro tipo de demandas sociales, evitando así que sus índices de popularidad sigan descendiendo y que aumente la incertidumbre a nivel nacional.
Las declaraciones del Ejecutivo se dieron en el acto de promulgación de la Ley de Aseguramiento de la Calidad, que crea la Agencia de Calidad y la Superintendencia, ambas resultado de las negociaciones de la Revolución Pingüina del 2006 y que fueron aprobadas en el Congreso en enero de este año.
El proyecto estuvo listo en abril, pero se mantuvo en el Tribunal Constitucional hasta la semana pasada, cuando fue aprobado, dando paso a su promulgación. El Presidente anunció que ambas estructuras contarán con un presupuesto inicial de 13 mil millones de pesos y más de 350 funcionarios a lo largo de todo el país.
“Estamos en condiciones de tener una educación gratuita”
Por su parte, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Camila Vallejo, insistió en que es el Estado el que debe pagar la educación.
“El costo de la educación no puede recaer en un 80 por ciento en las familias. Hoy el Estado tiene que hacerse cargo del financiamiento y particularmente en instituciones que son de su propiedad. Obviamente alguien tiene que pagarla y tiene que ser el Estado a través de los impuestos a las grandes empresas, la renacionalización de recursos, reformas tributarias, reducir el aporte de recursos a las Fuerzas Armadas. El financiamiento para pagar está y no tiene porqué ser la familia sino que las grandes empresas que se ven beneficiadas por la externalidad positiva que genera la educación para el desarrollo del país”, dijo la dirigente estudiantil.
Esta necesidad de priorizar recursos ha sido cuestionada. Un debate que se está dando incluso a nivel internacional. El mismo diario El País de España, escribió un artículo donde señala que Chile cuenta con más de 10 mil euros de renta per cápita, un verdadero récord a nivel Latinoamericano, y no sufre la crisis del primer mundo.
En esa línea, Mario Sobarzo, investigador del Observatorio Chileno de Políticas Educativas (OPECH) indicó que “estamos en condiciones de tener una educación gratuita, integral, de generar mecanismos democráticos de participación, de avanzar hacia un instrumento de control de calidad que sea más complejo y mucho más rico que el Simce y la PSU. Estamos en condiciones de hacer los cambios, pero nos encontramos con el muro de contención de la derecha y de los grandes poderes empresariales que saben que si sueltan la educación podría ser la gran derrota que dé paso a otros cambios y eso es lo que más temen”.
El especialista añadió es difícil confiar en el sistema y abrirse a un diálogo como al que están convocando las autoridades, toda vez que en este mismo momento el gobierno está aprobando una ley como la de Aseguramiento de la Calidad, que se aprobó a puertas cerradas, sin admitir participación ciudadana y por actores que están directamente involucrados en el negocio de la educación.