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La Sinfonía Nº 1 “Titán”, de Gustav Mahler, en homenaje a la conmemoración del centenario de la muerte del gran compositor austríaco, interpretará la Sinfónica de Chile bajo la dirección de su titular Michal Nesterowicz, este viernes 2 y sábado 3 de septiembre, a las 19:30 horas, en el Teatro Universidad de Chile.
El programa incluye además la “Sinfonía Española” del autor francés Edouard Lalo, obra escrita en formato de concierto para violín que constituye parte habitual del repertorio para este instrumento. El solista será el violinista suizo, Klaidi Sahatci, primer concertino de la Tonhalle Orchestra Zurich, una de las orquestas más atractivas de Europa.
La figura de Gustav Mahler ha estado presente en las programaciones de las más importantes orquestas de todo el mundo al cumplirse el centenario de su muerte. La Sinfónica de Chile comenzó su tributo en enero con la interpretación de la Quinta Sinfonía del compositor austríaco en dos conciertos abiertos al público, el primero en la Iglesia San Francisco y el segundo en el Centro Cultural Chimkowe de Peñalolén.
En febrero, la repitió en el Teatro del Lago en el marco de las Semanas Musicales de Frutillar, siempre bajo la dirección de Michal Nesterowicz. En abril, Francisco Rettig dirigió la Sinfonía Nº 6 “Trágica” en el Teatro Universidad de Chile, donde este fin de semana Mahler volverá a estar presente con la ejecución de su “Titán” bajo la batuta de Michal Nesterowicz, quien destaca la emoción y el color orquestal de esta obra, que considera parte importante de su repertorio.
La obra es una de las más apreciadas de Mahler por su gran riqueza melódica, por ser menos larga que sus otras sinfonías y ser una sinfonía temprana (la compuso a los 28 años de edad).
La obra tuvo tres versiones. La primera fue escrita en Budapest en noviembre de 1889 como poema sinfónico en dos partes. Las críticas que recibió esta pieza debido a la falta del programa convencional que explicara su sentido llevaron al compositor a revisarla y estrenar una segunda versión en Hamburgo, en octubre de 1893, esta vez con el título “Titán”, poema sinfónico en forma de sinfonía.
Sin embargo, Mahler realizó una tercera y definitiva versión llamada simplemente “Sinfonía”, de cuatro movimientos, que estrenó en Berlín el 16 de mayo de 1896, en la que suprimió todos los títulos y referencias programáticas, incluso el nombre “Titán”, y eliminó el movimiento “Florecillas”.
Para muchos especialistas las sinfonías de Mahler constituyen un viaje psicológico, por lo general en forma de batalla titánica entre el optimismo y la desesperación expresados de forma irónica. Esta mezcla de alegría y desesperación, cuyo origen son tristes recuerdos de infancia, fue identificada por Sigmund Freud como la faceta central del carácter del compositor.
En el año de Mahler
Este año el mundo conmemora el centenario de la muerte de Gustav Mahler, compositor que volcó en sus partituras su vida, sus emociones, miedos, angustias y también su felicidad. Nació un 7 de julio de 1860 en Kaliste, Bohemia, actual República Checa, en el seno de una humilde familia judía, siendo el segundo de quince hijos, nueve de los cuales murieron durante la infancia.
Retraído y tímido, de niño Gustav solía sumergirse en su propio mundo. Fue así como encontró un piano en la casa de su abuelo, acontecimiento que marcó su vida. Su padre, al notar las dotes naturales del pequeño, pese a ser un hombre rudo, tuvo la sensibilidad de incentivar a su hijo, que a los cinco años recibió sus primeras lecciones para luego continuar con sus estudios musicales en Praga y Viena, derivándolos a la dirección y la composición.
Al comienzo de su carrera dirigió en pequeños teatros de provincia, pero ya en 1886, con sólo 26 años, era asistente del prestigioso Arthur Nikisch en Leipzig. Dos años más tarde era director de la Ópera de Budapest y tres años después, de la Ópera de Hamburgo, hasta que en 1897 asumió la dirección de la Ópera de Viena, donde su labor fue reconocida en toda la capital austriaca, convirtiéndose en el músico más renombrado de la ciudad pese a las discriminaciones que sufrió debido a su origen judío.
Sinfonía-concierto
La “Sinfonía Española” de Edouard Lalo destaca por su atractivo melódico, su virtuosismo y su carácter expresivo. Está considerada como una de las obras más famosas del autor francés.
La relación de la obra con España surgió de la amistad que el compositor mantuvo con Pablo de Sarasate, a quien dedicó este concierto. No se sabe si Lalo estuvo alguna vez en España, pero sí probablemente el virtuoso violinista español le asesoró en la escritura de la obra.
“Sinfonía española”, que fue estrenada con éxito el 7 de febrero de 1875 en París, será interpretada junto a la Sinfónica de Chile por el virtuoso violinista Klaidi Sahatci, con un violín Antonio Stradivarius de “Wieniawsky” de 1719.
Sahatci comenzó sus estudios musicales a la edad de seis años en su ciudad natal Tirana, Albania. En 1992 viajó a Italia para enriquecer sus conocimientos musicales y entró al Conservatorio “G. Verdi” en Milán, obteniendo en 1994 el diploma de violinista con la más alta distinción y mención de honor.
Continuó sus estudios con Salvatore Accardo en la Academia W. Stauffer en Cremona y asistió a Masterclasses con Boris Garlitzky en Lyon y Evgenija Tschugajeva en Portogruaro, Italia. Debutó como solista con la Orquesta Sinfónica de la Radio Televisión Italiana en Milán.
También se presentó como solista con la Orquesta Della Svizzera Italiana, Orquesta de Cámara de Milán, Orquesta Nacional de Lyon. Recientemente interpretó el Concierto de Tchaikovsky en el Stadthaus Winthertur y el Doble Concierto de Brahms con la Tonhalle Orchestra Zurich.
Viernes 2 y sábado 3 de septiembre a las 19:30 horas, Teatro Universidad de Chile, Providencia 043 (Metro Baquedano).
Entradas en venta desde $4.500 a $9.000 público general en boletería del teatro y en www.feriaticket.cl. Estudiantes, $1.000 y $1.500.