El Servicio Electoral aprobó más de 5 mil 200 firmas de vecinos de Peñalolén que buscan modificar tres puntos del plan regulador que se votará el 11 de diciembre, es decir, más del 5% del total electoral de la comuna requerido por la ley para levantar un plebiscito comunal, y ser parte de la elaboración del nuevo documento de planificación territorial que reemplazará al actual, vigente hace más de 20 años.
La historia comienza en mayo de este año, cuando el Concejo Municipal aprobó por unanimidad la idea de someter a plebiscito el futuro plan, quedando pendiente definir las fechas y cuestiones a tratar tal como solicita la ley.
Adelantándose a ese escenario, el Consejo de Movimientos Sociales de Peñalolén reunió 5472 firmas para exigir al municipio una consulta a los pobladores en relación a tres temas puntuales: la densificación de 5 kilómetros del “Borde Vespucio” para construir edificios de departamentos de hasta 12 pisos; la mantención de un 50% de los terrenos de ex campamento Nasur como parque y la creación una zona de vivienda social en el otro 50%; además de consultar por la posible apertura vial del canal de las perdices, que genera afectación de utilidad pública, es decir expropiación de terrenos.
Los pobladores organizados en el consejo, denunciaron que el alcalde Claudio Orrego tuvo una actitud poco democrática, desestimo su planteamiento y envió los antecedentes a Contraloría con la intención de extender la investigación para que el plebiscito no se alcance a realizar este año y pase al 2014, ya que los próximos dos años se prohíbe la herramienta ciudadana por ser años de elecciones.
Más aún, la semana pasada, ante la inminente validación de las firmas reunidas, el alcalde Orrego levantó una iniciativa paralela, que busca “plebiscitar todo el plan regulador y no sólo unas partes”, como plantea el concejal Julio Abelleira, quien respalda al alcalde.
Abelleira explica que Peñalolén es una comuna diversa plural, que tiene todos los estratos socioeconómicos concentrados en sus terrenos por lo que hay que conciliar las visiones y velar por lo que piensa la mayoría, analizando cuántas se ven beneficiadas y cuántas perjudicadas.
“Los plebiscitos son la voz del pueblo, y aquí las mayorías mandan, respetando los derechos legales de las minorías. Lo que no se puede hacer es, a que a cada rato, a cada persona que se le ocurra, andar haciendo plebiscitos a menos que tenga el poder de la ley detrás”, señala Abelleira.
El único que rechazó este nuevo y distinto plebiscito convocado por Claudio Orrego, fue el concejal Lautaro Guanca, y señala que transformó el plebiscito en un referéndum que aprueba o rechaza su gestión.
“Lo grave es que es que el alcalde del Consejo Municipal se han puesto al borde de la ley al igual que Torrealba en Vitacura, desconocen la convocatoria ciudadana, que es una escasa forma de la expresión directa de la voluntad soberana, cuando el país se debate en luchas porque se pueda hacer participar a la gente en la resolución de los conflictos. El alcalde de Peñalolén le da un portazo a esa convocatoria y finalmente trata de sacar una forma plebiscitaria totalmente desconocida en los hechos, por el Consejo Municipal y por la ciudadanía”, señaló el concejal Lautaro Guanca.
El representante vecinal además cuestionó la intencionalidad detrás, ya que este plebiscito pone a los ciudadanos en la posición de decidir si está de acuerdo o no con los beneficios que les entrega el gobierno, lo que según la ley orgánica constitucional de municipios no es materia de decisión ciudadana.
“Desfigura completamente un mecanismo de participación ciudadana para planificar democráticamente el territorio y convierte una fórmula plebiscitaria que no se ha hecho más de una vez en la comuna de Vitacura y esta sería la última vez que se haga en Chile de aquí hasta 2014 porque están prohibidos los plebiscitos en 2012 y 2013 por las elecciones parlamentarias, presidenciales, municipales y eso nos parece una bofetada a la democracia, y es un alcalde que habla de participación ciudadana en todo Chile, pero no la ejerce en Peñalolén”, enfatizó Guanca.
Los dirigentes sociales afectados presentaron un recurso de reclamación ante el municipio, y esperan reunirse con el director del Servel para presentar sus denuncias por los resquicios utilizados por el alcalde Orrego.
Además piden apoyo a todos los movimientos ciudadanos, ya que si no es posible plebiscitar un plan regulador con real participación ciudadana, difícilmente se podrá utilizar la herramienta participativa en temas contingentes y de nivel nacional.
Los integrantes del consejo de movimientos sociales señalan que “Peñalolén está en venta”, porque este plan regulador le abre el camino a proyectos inmobiliarios, que según la Cámara Chilena de la Construcción generarán 50 mil unidades de vivienda de hasta 4600 UF, impulsados por las inmobiliarias Aconcagua y Casa Grande, la misma empresa que el 2003 con el beneplácito del ex ministro de Vivienda y Urbanismo, Jaime Ravinet, se adueñó de los terrenos de la ex toma de Peñalolén.