Estudiantes y profesores de Ñuñoa acusan excesiva violencia y persecución de alcalde Sabat

Una ocupación de advertencia se realizó en la municipalidad de Ñuñoa, para alertar al alcalde Pedro Sabat sobre el rechazo de la ciudadanía a la violencia con la que está enfrentando las movilizaciones. Esto cuando los jóvenes del Liceo 7 se volvieron a tomar el establecimiento y aseguraron que pese a los intentos del alcalde de frenar el conflicto, ellos seguirán movilizados.

Una ocupación de advertencia se realizó en la municipalidad de Ñuñoa, para alertar al alcalde Pedro Sabat sobre el rechazo de la ciudadanía a la violencia con la que está enfrentando las movilizaciones. Esto cuando los jóvenes del Liceo 7 se volvieron a tomar el establecimiento y aseguraron que pese a los intentos del alcalde de frenar el conflicto, ellos seguirán movilizados.

Durante unas horas, el municipio de Ñuñoa fue ocupado por profesores, padres y apoderados, y organizaciones sociales a modo de advertencia para que se reviertan algunas medidas que se han tomado en la comuna, entre ellas la amenaza y expulsión de alumnos, pese a que aún no ha finalizado el año escolar.
Esto, además de violentos desalojos que han sufrido los estudiantes en colegios emblemáticos como el Liceo 7, el Augusto D’ Halmar o el Liceo República de Siria, en los que se ha podido constatar la presencia de personas que han reconocido haber sido contratadas por el municipio y que actúan violentamente, como verdaderos “matones a sueldo”.
La presidenta de la comunal del Colegio de Profesores, Alejandra Placencia, afirmó que esto ha afectado también a los docentes, ya que el alcalde tiene una lista negra de profesores que serán despedidos por apoyar el movimiento estudiantil y expresó su preocupación por la conducta que ha mantenido el alcalde Pedro Sabat, e informó que “las medidas que ha tomado el alcalde Labbé son similares a las decisiones que aquí son tomadas desde hace semanas, pero el revuelo público fue en Providencia. Nosotros hemos hecho esta acción para evitar que esto se profundice, a modo de advertencia”.
Además, el Liceo 7 fue retomado de forma pacífica por sus alumnos, luego de lo cual Fuerzas Especiales de Carabineros rodearon el edificio y se produjeron algunos enfrentamientos ante la amenaza de un nuevo desalojo.
Por tal motivo, los adultos se reunieron afuera del establecimiento para evitar que se repitieran los hechos de violencia que ocurrieron en el mismo colegio, el que ya había sido desocupado dos veces, una de ellas sin la orden correspondiente, lo que generó duros enfrentamientos.
Sobre esto se refirió Verónica Urrutia, representante de los padres y apoderados de los estudiantes del liceo 7, y declaró que “el alcalde llama delincuentes a los alumnos. En este mismo liceo, cuando hicieron una segunda toma, los desalojaron y golpearon a una chica en el suelo, a los alumnos se los ha tratado con una agresividad que no corresponde”.
Y si bien no se produjo el desalojo, Johans,, uno de los voceros del liceo, confirmó la presencia de matones y uso de la fuerza por parte de la autoridad comunal, con quien aseguró que intentaron mantener un diálogo al inicio del conflicto estudiantil, el que no dio resultado y culminó con nuevos cuadros de violencia en la comuna.
El estudiante indicó que “esto responde a un ensañamiento, apagar el fuego con bencina. El diálogo que tuvimos con el alcalde no dio frutos por su intransigencia. Se quiso paralizar la movilización sin lograr acuerdos, no se respetó nada, el alcalde cree que la fuerza bruta es la manera de bajar la movilización en Ñuñoa”.
El vocero de los estudiantes del Liceo 7 afirmó que el alcalde Sabat sólo está buscando frenar el movimiento estudiantil para demostrar a su sector político que es capaz de mantener el orden en la comuna, lo que no es así, ya que el movimiento nacional ha alcanzado, también en Ñuñoa, una altísima adhesión.




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