El proyecto de ley de Presupuesto 2012 ha generado conflictos tanto al interior de la Coalición por el Cambio, como entre el Ejecutivo y la oposición, además de la ya evidente mala sintonía de los políticos con las demandas de los actuales movimientos sociales.
Estos son los momentos críticos en que sale a relucir la histórica división de posiciones entre la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional, choque ideológico, en este caso, encarnado en las figuras del ministro de Economía, Pablo Longueira, de la UDI, y el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, de RN, por diferencias en la proyección del gasto público anual.
Mientras Longueira aparece planteando el incremento sobre un 5 por ciento, el ministro de Hacienda modera los números por debajo de la frontera de los cinco puntos porcentuales. Esto provocó diversas reacciones, como llamados a no ser “populista” o “irresponsable” de parlamentarios de RN, y por supuesto, el que la Concertación pidiera a Longueira como interlocutor.
Por su parte, el presidente del Senado, Guido Girardi, lanza las líneas de lo que considera fundamental durante esta discusión. Si bien hay acuerdo en la necesidad de incrementar fuertemente el Presupuesto en educación, hay diferencias en la cantidad necesaria.
Girardi reiteró que el monto requerido por año para financiar un sistema público de educación que satisfaga las demandas del movimiento social asciende a 4 mil millones de dólares, tal como presentó el Departamento de Políticas Públicas de la Universidad de Chile, y enfatiza que para eso es necesario una reforma tributaria, que básicamente reduzca el impuesto a las personas y le aumente a las empresas privadas.
“Si el Gobierno y los partidarios de una reforma quieren cambios verdaderos, éstos cuesta 4 mil millones de dólares. El país está exigiendo que la reforma a la educación sea prioritaria. Eso requiere dos puntos del PIB. Yo estoy dispuesto a apoyarlo. No sé si el Ejecutivo está dispuesto a tocar los intereses de los grupos poderosos del país en materia económica para poder cumplir con esta demanda ciudadana”, sostuvo el parlamentario.
Este es un tema que por su cuenta podría provocar el rechazo o aprobación del Presupuesto 2012 en primera instancia, ya que como planteó el diputado Pablo Lorenzini en Radio Análisis, “el presupuesto está cerrado, empaquetado y sólo le falta el sello para mandar a dejarlo a la oficina de partes del Congreso, por lo tanto, no hay nada más que hacer”, aludiendo a la falta de información y transparencia que ha caracterizado la discusión por estos días.
El segundo gran tema que tensionará la discusión parlamentaria será la cartera de Salud. El senador Girardi denomina la “marcha de las camillas”, ya que el déficit de 1500 médicos especialistas en hospitales y 1500 médicos generales que se necesitan en consultorios, además de la privatización encubierta debe ser contrarrestada con un fuerte aumento del presupuesto de la cartera.
Mientras el gobierno agrega a la discusión el incremento en materia de Seguridad, los especialistas piden atención a otros ámbitos. Tal como señala el economista del Centro de Estudios Públicos, Harald Beyer, “muy pronto, sino es este año, Educación va a pasar a Trabajo”.
El trámite comienza el próximo martes 4 de octubre, cuando el ministro Larraín realice la cuenta pública ante la Comisión Mixta Presupuestaria.
La suma de discusiones, aprobación o rechazo, culmina el 30 de noviembre, plazo máximo para incorporar modificaciones al proyecto de Ley de Presupuesto 2012 ingresado por el Ejecutivo.