Celco sigue dando que hablar en Mehuín

La construcción del ducto al mar de Celulosa Arauco está paralizada, pero también las relaciones entre los pescadores artesanales, los sindicatos, las comunidades indígenas de la zona y los habitantes de la zona costera. Una disputa entre quienes defienden el medio ambiente y quienes buscan obtener provecho de este proyecto.

La construcción del ducto al mar de Celulosa Arauco está paralizada, pero también las relaciones entre los pescadores artesanales, los sindicatos, las comunidades indígenas de la zona y los habitantes de la zona costera. Una disputa entre quienes defienden el medio ambiente y quienes buscan obtener provecho de este proyecto.

El trámite del proyecto de instalación del ducto al mar de Celco en Mehuín está trabado.

Las posiciones chocan cuando los argumentos se ponen sobre la mesa.  El dirigente de la Federación de Pescadores Artesanales de la Comuna de Mariquina (Fepacom), Joaquín Vargas, le solicitó al Presidente Sebastián Piñera, en una de sus visitas a la zona,  que apoyara la construcción del ducto.

Ante este pedido, el Comité Defensa del  Mar advirtió que “no sólo la construcción está paralizada, sino también el cumplimiento de parte de celulosa Arauco con los pescadores de Mehuín de continuar pagándoles, puesto que si no hay avances en la construcción del ducto en la zona marítima, no hay pagos”.

Eliab Viguera, integrante del Comité afirmó a Radio Universidad de Chile que “los dichos de este dirigente, que es el representante de los pescadores, no hace más que ahondar en las odiosidades producto de los pagos que hacen este tipo de empresas. Que son justamente el mecanismo que utilizan las multinacionales, especialmente, para poder salir adelante con sus proyectos que son, por lo general, muy nocivos para el medioambiente”.

El comité agrega que les “parece muy extraño que la cantidad de pescadores que dice representar la federación de pescadores de Mehuín, según las propias palabras de su presidente, haya notado una significante baja en sus asociados (de más de 600  a 400 personas). Según Viguera, esto se debería  a que la instalación de sindicatos ficticios no puede afirmarse en el tiempo, ya que fueron creados únicamente para negociar con celulosa Arauco”.

Los dirigentes aseguran que los “ataques intencionales no van a terminar este año”. Por esta razón, otras organizaciones de pescadores artesanales de las regiones de los Ríos  y la Araucanía y el pueblo mapuche lafkenche de todo el territorio costero   seguirán en la senda de no permitir la contaminación del mar, sustento y forma de vida de las legítimas comunidades costeras.

Un proyecto que ha estado en la atención de las comunidades hace más de 10 años por las consecuencias ambientales, la poca preocupación de los distintos gobiernos, pero también por los malos antecedentes que tiene Celulosa Arauco. El mes pasado, un sector de la población cuestionó incluso declaraciones de autoridades regionales.

Como “grave” y la “hipoteca de la costa” calificó el intendente regional Juan Andrés Varas la ley lafquenche que fue creada para salvaguardar los espacios ancestrales desde Punta Queule a Corral, y entre otros puntos impidiera el mejoramiento del emplazamiento del Fuerte de Niebla, que considera una inversión de mil millones de pesos. La autoridad regional hizo ver la precaución del tema al mismo Presidente Piñera.

En la oportunidad, las comunidades lafkenche de las regiones de Los Ríos y Los Lagos, aseguraron “que todo el borde costero nacional está hoy afecto a esta ley, siempre y cuando se acredite el uso consuetudinario y además que no hayan derechos adquiridos previamente por terceros, o sea de particulares no indígenas; esto echa por tierra el hecho de que las comunidades indígenas son muy privilegiadas con esta ley; la verdad que solo pueden acceder a lo que hoy sobra, no a lo que realmente debiera considerarse de “uso ancestral”.

Sin duda, una lucha local que aún no termina.





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