Los 17 países de la Eurozona arrancaron en la madrugada del jueves un acuerdo sobre un segundo plan del rescate de Grecia. El compromiso alcanzado prevé que los bancos renuncien a cobrar la mitad de la deuda de Atenas (alrededor de140.000 millones de euros), la recapitalización de los bancos a un nivel de 106.000 millones de euros y un aumento de la capacidad del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) hasta un billón de euros.
Los mercados celebraron las medidas abriendo este jueves con una fuerte alza: el índice Footsie-100 de la Bolsa de Londres ganaba 1,72% en los primeros intercambios, el CAC 40 de la plaza de París ganaba 3,74%, el Dax de la Bolsa de Fráncfort subía 3,43% y el Ibex 35 de la Bolsa de Madrid 3,02%. Por otro lado, el euro se reforzó, y se negociaba en Tokio a 1,3975 dólares, frente a 1,3908 el jueves por la noche en Nueva York.
“Creo que estuvimos a la altura de las expectativas y que hicimos lo que había que hacer por el euro”, sentenció la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, al finalizar la reunión, de más de diez horas.
“Los dirigentes lograron ofrecer soluciones estructurales sobre todos los puntos clave para proteger la zona euro y permitir una salida por lo alto de la crisis de la deuda”, subrayaron por su parte los analistas de Crédit Mutuel-CIC.
El precio del rescate a Grecia supuso que la banca privada aceptara a regañadientes un recorte voluntario del 50% de la deuda que detentaban de ese país. De los 350.000 millones de euros (162% del PIB) se verá aliviada en “unos 100.000 millones de euros”, dijo el presidente francés, Nicolas Sarkozy. Con esta ecuación la relación entre la deuda y el PIB griego caerá a 120% en 2020.
Para obtener esta quita, Nicolas Sarkozy, Angela Merkel y la jefa del FMI, Christine Lagarde, negociaron ásperamente con el director del Instituto de Finanzas Internacionales
(IIF), Charles Dallara, representante de los grandes bancos.
A cambio, los Estados de la Eurozona se comprometieron inyectar el capital necesario en la banca para amortiguar el impacto por las pérdidas. Los países que más capital necesitan son Grecia (30.000 millones), España (26.161 millones) e Italia (14.770 millones).
El primer ministro griego, Giorgos Papandreu, se mostró satisfecho con el acuerdo y declaró que “una nueva era” empezaba para Grecia, aunque Merkel advirtió que Atenas tendrá que seguir al pie de la letra la aplicación de los compromisos adquiridos.
Otro de los aspectos del acuerdo es la decisión de aumentar la capacidad del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) hasta un billón de euros, que le servirían si tuviera que rescatar a un país de la dimensión de Italia (tercera economía de la Eurozona).
Por su parte, la ministra española de Economía Elena Salgado dijo que los bancos españoles, cuyas necesidades de recapitalización son de las más importantes de Europa, “pueden tener capacidad de conseguir esos fondos para la recapitalización por sí mismos y no necesitar ayudas públicas”.
“Mi convencimiento es que los bancos van a hacer todo lo posible para no tener que solicitar esta ayuda pública”, aseguró Salgado cuando, según el nuevo plan de recapitalización, el sector bancario español necesita 26.160 millones de euros.