El jefe de la división de educación superior del ministerio de Educación, Juan José Ugarte, se comprometió con el Consejo de Rectores a entregar este año un aporte de 27 millones de dólares a las universidades tradicionales, para focalizarlos en los estudiantes más vulnerables.

Estos dineros habían sido prometidos a las autoridades universitarias  por el ex ministro, Joaquín Lavín. Sin embargo los rectores siguen molestos por la falta de aportes basales a las instituciones.

“Como presupuesto seguimos echando de menos los aportes basales anunciados por el Gobierno e incluso por el Presidente de la República, seguimos también planteando que queremos que las ayudas estudiantiles tiendan hacia lo que podría ser una especie de gratuidad, es decir, avanzar desde el cuarto, al quinto, el sexto y ojalá al séptimo décil como lo ha planteado el Consejo de Rectores”, explicó el rector de la Universidad de Santiago, Juan Manuel Zolezzi.

Otro tema que los rectores plantearon a Ugarte es la necesidad de no entregar recursos públicos a instituciones privadas que lucren o no brinden formación de calidad.

“Si hay recursos que se van a destinar a las universidades privadas, al margen del Consejo de Rectores, que haya algún grado de regulación, que esta regulación tenga que ver con dos parámetros fundamentales, uno es el fin del lucro y el segundo la calidad de la educación”, puntualizó el rector de la USACH.

En la reunión ordinaria del Consejo de Rectores en Osorno también se ratificó la creación de un grupo de expertos nacionales e internacionales para revisar la Prueba de Selección Universitaria (PSU).