Durante el encuentro se abordaron temas de la banca, la economía y energía, además del movimiento estudiantil. El decano de la Facultad de Economía y Negocios, Manuel Agosín, señaló que “las demandas (de los estudiantes) son legítimas, pero creo que ni siquiera hemos empezado a discutir las propuestas. Como facultad podemos hacer una diferencia, y de hecho la estamos haciendo”.
En conversación con La Radio Universidad de Chile, Agosín se refirió a la reforma tributaria y dijo que “es totalmente necesaria, para poder ser un país desarrollado es necesario poder ofrecerle a la población bienes públicos como educación y salud, y eso requiere una reforma tributaria”.
“Se puede mejorar la eficiencia, el gasto, cerrar algunas exoneraciones en la tributación, pero no es suficiente, por lo que una reforma tributaria es absolutamente necesaria para financiar las mejoras, especialmente en salud y educación, que necesitamos en el país”, agregó el decano de la FEN.
Economía chilena
En uno de los paneles, se debatió sobre la solidez del sistema financiero chileno, donde Jorge Awad, presidente de la Asociación de Bancos, afirmó que el sistema bancario de Chile es uno de los más sólidos y confiables de Latinoamérica, a la vez que está preparado para afrontar las turbulencias internacionales.
La ingeniera comercial Mónica Cavallini, por su parte, concordó con algunos de los puntos positivos del sistema financiero chileno; sin embargo, afirmó que los casos de falta a la ética aguaban estos avances, no sólo por sus efectos en el bolsillo de las personas, como en el caso La Polar, sino por la demora en repuntar las acciones caídas, como en el Caso Inverlink.
En cuanto al panorama internacional, Tomás Flores, subsecretario de Economía, habló sobre el contexto favorable de Chile para enfrentar la crisis en Europa y los nuevos desafíos a futuro.
“A pesar de que el panorama político para el gobierno es adverso, nos encontramos bien en materia económica para poder cumplir con las metas planteadas por el gobierno”, dijo Flores, a la vez, reafirmó el desafío de llegar a un PIB de US$22.558 para el 2018 y lograr un nivel de desarrollo similar al de Portugal.
El organismo que mide el desarrollo de los países través del PIB es el Fondo Monetario Internacional (FMI). Cabe destacar que esta medición no considera los niveles de desigualdad respecto a los ingresos que percibe la población.
Para alcanzar esto se debe crecer sostenidamente en un 6%, además de aumentar la tasa de inversión fija del 21% en 2010 al 28% al fin del periodo de Gobierno, apunto el subsecretario.
Asimismo, recalcó una de las promesas de campaña del Gobierno: la flexibilidad laboral, argumentando que este sistema permitiría un mayor ingreso al mercado del trabajo de jóvenes y mujeres.
Más crecimiento, más energía
En el seminario también se abordaron las perspectivas del sector energético chileno, donde se hizo presente Bernardo Matte, presidente de Colbún.
El representante del poderoso grupo económico señaló que, en la medida en que aumenta la población y se cumplen las metas de crecimiento, se requerirá más energía.
De esta manera, el empresario dijo que si se cumple la cifra estimadas de un 5,6% de aumento promedio en el consumo energético anual, el gobierno deberá invertir US$50.000 millones para satisfacer su demanda en las próximas dos décadas.
“La historia indica que los países al aumentar su Producto Interno Bruto, en el fondo, los países al hacerse más ricos y las personas al aumentar su ingreso, gastan más electricidad”, dijo Bernardo Matte.
De esta manera, si logramos ser un país desarrollado según el Fondo Monetario Internacional, con un PIB del US$22.558, el consumo energético deberá ser cada vez mayor para suplir nuestras necesidades de “hombres civilizados”. Bajo este razonamiento, las centrales hidroeléctricas se vislumbran necesarias, y también ir adaptando los ecosistemas en pos de nuestro bienestar de “civilización desarrollada”.