Una reducción  de la proyección del crecimiento de la economía chilena realizó este martes el Banco Central, tanto para cerrar este año como para el próximo. El 2011 culminaría con un 6,2 por ciento – debajo del 6,7 que se había adelantado en septiembre – mientras que para el 2012 el Producto Interno Bruto (PIB) estaría entre el 3,75 y el 4,75 por ciento y no entre el 4,25 y 5,25 previsto anteriormente.

Según economistas, esta baja se atribuiría principalmente a la compleja situación que están viviendo las economías internacionales, en especial, la europea. En ese marco, los sectores que podrían verse más afectados por esta reducción serían el agroexportador, la construcción – debido al eventual congelamiento de las inversiones  – y los emprendimientos transnacionales, que podrían postergar sus proyectos si es que continuaran las turbulencias financieras.

De todas formas, el académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Joseph Ramos, advirtió que el mayor impacto se podría presentar en el empleo.

“Naturalmente un crecimiento más moderado como este significa que el empleo va a crecer a un ritmo bastante menor de lo que fue este año. Por consiguiente, la presión salarial, es decir, la posibilidad de elevar los salarios reales va a ser menor. No es que vayan a caer, pero sin lugar a dudas el crecimiento de los ingresos de los hogares va a ser más módico de cumplirse las proyecciones que tiene el Banco Central en este momento”, precisó Ramos.

El Banco Central también predijo una disminución en el precio del cobre que podría llegar a 3,5 dólares la libra y no a los 3,7 que se había proyectado en septiembre. Los expertos, en todo caso, aseguran que pese a que esta situación influiría en la recaudación fiscal, todavía se puede considerar como un precio de bonanza.

En todo caso, el economista de la consultora Aserta, Hernán Frigolett, es un poco menos optimista y sostiene que el próximo año el crecimiento de la economía del país podría ser incluso de un tres por ciento, ya que los indicadores de consumo vienen manifestando una desaceleración generalizada.

“Estamos en un rango que ya se bajó bastante. Yo visualizo un piso que se ubica más bien cerca del tres y nos estaríamos moviendo en un rango entre tres y cuatro. El Banco Central todavía se mantiene más optimista y siguen en el rango de un cinco por ciento. En un escenario tal como el que se está planteando, el crecimiento será entre 3 y 4”, sostuvo el experto.

En cuanto a la inflación, el organismo emisor elevó la cifra para terminar el 2011 a un 3,9 por ciento, mientras que el próximo año llegaría a 2,7 por ciento. Este informe de Política Monetaria (Ipom) de diciembre fue presentado ante el Senado por el recién asumido presidente de la entidad, Rodrigo Vergara.