Este sábado se dio a conocer la creación del movimiento “Revolución Democrática”, integrado por dirigentes del movimiento Nueva Acción Universitaria, encabezados por Giorgio Jackson, ex presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), donde el NAU ha ganado cuatro elecciones consecutivas.
Entrevistado por Felipe Pozo en Radioanálisis, Jackson se refirió en extenso a los objetivos y desafíos de Revolución Democrática.
Cuando ustedes hablan de movimiento, ¿es una instancia de más actores o convocando más gente?
Todo nace por un diagnóstico donde participamos los que discutimos esta idea en el movimiento estudiantil. Nos dimos cuenta que hay una democracia con trabas que no son de primera lectura, pero son fundamentales para los cambios sectoriales que buscamos y que tienen que ver con nuestra democracia, la forma en que nos representamos en sociedad.
¿Su interés es ser partido político o obligar un cambio de práctica en los partidos?
Ser un partido lo dirá el tiempo, nos gustaría incidir y constituirnos para devolver el espacio a la gente. Siempre hubo preguntas respecto a que surgen problemas y opinan los políticos, nosotros no queremos eso, queremos masificar la información y el poder para que la gente construya esa alternativa. Que la democracia devuelva el poder a la gente, y no sea una mirada paternalista para resolver los problemas. Ambas cosas son objetivos a mediano y largo plazo, esperamos que haya gente que comparta esto y se sume.
¿Cuáles son las falencias de esta democracia entre comillas que tú mencionas?
Siempre está la discusión sobre una nueva Constitución, lo que tenemos fue realizado en Dictadura, entonces si tenemos estas reglas del juego no podemos decir que estamos en democracia, pero para lograr ese objetivo se tiene que recorrer un camino bastante largo, Los quórums para obtener cambios son larguísimos y son muy amplios. Necesitamos una estrategia política en función de una nueva Constitución, o el sistema binominal, que reduce el poder de la gente y limita a dos alternativas lo que los ciudadanos pueden escoger. No hay incentivos para que la gente participe de la democracia.
¿Ustedes están por impulsar reformas como al cambio electoral?
Ese es un objetivo para profundizar la democracia, pero el problema está en defender sólo una solución. Nosotros queremos hacer algo similar a lo que ocurrió en 2011 con educación, donde la clave para movilizar a la gente fue reducir el diagnóstico a términos muy simples entendibles por todos. Hoy son muy pocos los que entienden las trabas del binominal, entonces a cambio de hacer reformas que nadie entiende, hacer un trabajo más largo de informar porqué el binominal no es representativo, y qué hacemos para cambiarlo. El ministro Larroulet dice ‘cambiarlo pero mantener el espíritu’, pero eso no es cambiarlo.
¿Ustedes piensan dirigirse a los jóvenes respecto a las nuevas elecciones?
Exacto, hoy los jóvenes probablemente no quieran votar, pero más importante que el voto es saber qué se juega en una elección. Evitar que los candidatos naveguen en puntos comunes y promover espacios de discusión, hacer investigación y llevarla a un lenguaje cotidiano. Y si existe gente que se motive, que sea candidato, porqué no. Lo más importante es hacer votar a los sectores socioeconómicos más bajos, que son los que se restan en un sistema de voto voluntario, entonces la prioridad es evitar eso. Hay que focalizarse en comunas para que eso no ocurra, informando de sus derechos y hacer saber que el voto es el poder que ellos tienen. Nosotros no queremos que la democracia se reduzca a un voto, pero es necesario que la gente participe, es una forma de castigar o premiar alguna idea política.
¿Hacia dónde va Revolución Democrática?
Más allá de plantear fundamentos e ideas, nuestro interés es discutir los derechos políticos de las personas. Creemos que a través de esa discusión es resolver los derechos sociales, y hacernos partícipes en la toma de decisiones. El concepto de democracia está entre comillas, queremos revolucionarlos, que a la gente no se le haga sentido común estar en una democracia que se dice ejemplar, porque eso dicen los medios, pero debemos romper ese sentido común e instalar la urgencia de una democracia real.
Por otro lado, ¿cuál es el desafío para los estudiantes en 2012?
Es complejo, los costos que asumieron los estudiantes fueron muy altos. Si se encuentran otras formas de movilización que sean compatibles, creo que puede ser muy exitoso. La base del movimiento no cambiará el diagnóstico, la ciudadanía se aburrió de un sistema que reproduce desigualdades y el movimiento debe seguir. El problema será instalar el tema con la misma fuerza del año pasado, y en un año de elecciones. Nosotros tuvimos suerte y convicciones para ser el tema del año, ahora la misión es hacer lo mismo, sabemos que este Gobierno no hará reformas estructurales, tuvo una presión gigantesca y no cedieron, fueron duros en forma ideológica para mantener su línea, pero hay que seguir con el tema, cambios en desmunicipalización o Superintendencia. El Gobierno no puede salirse con la suya, está presentando proyectos donde el Estado tiene mínima participación, hay que mantener la presión sobre los actores políticos, tanto tradicionales como emergentes.
Este sábado se dio a conocer la creación del movimiento “Revolución Democrática”, integrado por dirigentes del movimiento Nueva Acción Universitaria, encabezados por Giorgio Jackson, ex presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), donde el NAU ha ganado cuatro elecciones consecutivas.
Entrevistado por Felipe Pozo en Radioanálisis, Jackson se refirió en extenso a los objetivos y desafíos de Revolución Democrática.
Cuando ustedes hablan de movimiento, ¿es una instancia de más actores o convocando más gente?
Todo nace por un diagnóstico donde participamos los que discutimos esta idea en el movimiento estudiantil. Nos dimos cuenta que hay una democracia con trabas que no son de primera lectura, pero son fundamentales para los cambios sectoriales que buscamos y que tienen que ver con nuestra democracia, la forma en que nos representamos en sociedad.
¿Su interés es ser partido político o obligar un cambio de práctica en los partidos?
Ser un partido lo dirá el tiempo, nos gustaría incidir y constituirnos para devolver el espacio a la gente. Siempre hubo preguntas respecto a que surgen problemas y opinan los políticos, nosotros no queremos eso, queremos masificar la información y el poder para que la gente construya esa alternativa. Que la democracia devuelva el poder a la gente, y no sea una mirada paternalista para resolver los problemas. Ambas cosas son objetivos a mediano y largo plazo, esperamos que haya gente que comparta esto y se sume.
¿Cuáles son las falencias de esta democracia entre comillas que tú mencionas?
Siempre está la discusión sobre una nueva Constitución, lo que tenemos fue realizado en Dictadura, entonces si tenemos estas reglas del juego no podemos decir que estamos en democracia, pero para lograr ese objetivo se tiene que recorrer un camino bastante largo, Los quórums para obtener cambios son larguísimos y son muy amplios. Necesitamos una estrategia política en función de una nueva Constitución, o el sistema binominal, que reduce el poder de la gente y limita a dos alternativas lo que los ciudadanos pueden escoger. No hay incentivos para que la gente participe de la democracia.
¿Ustedes están por impulsar reformas como al cambio electoral?
Ese es un objetivo para profundizar la democracia, pero el problema está en defender sólo una solución. Nosotros queremos hacer algo similar a lo que ocurrió en 2011 con educación, donde la clave para movilizar a la gente fue reducir el diagnóstico a términos muy simples entendibles por todos. Hoy son muy pocos los que entienden las trabas del binominal, entonces a cambio de hacer reformas que nadie entiende, hacer un trabajo más largo de informar porqué el binominal no es representativo, y qué hacemos para cambiarlo. El ministro Larroulet dice ‘cambiarlo pero mantener el espíritu’, pero eso no es cambiarlo.
¿Ustedes piensan dirigirse a los jóvenes respecto a las nuevas elecciones?
Exacto, hoy los jóvenes probablemente no quieran votar, pero más importante que el voto es saber qué se juega en una elección. Evitar que los candidatos naveguen en puntos comunes y promover espacios de discusión, hacer investigación y llevarla a un lenguaje cotidiano. Y si existe gente que se motive, que sea candidato, porqué no. Lo más importante es hacer votar a los sectores socioeconómicos más bajos, que son los que se restan en un sistema de voto voluntario, entonces la prioridad es evitar eso. Hay que focalizarse en comunas para que eso no ocurra, informando de sus derechos y hacer saber que el voto es el poder que ellos tienen. Nosotros no queremos que la democracia se reduzca a un voto, pero es necesario que la gente participe, es una forma de castigar o premiar alguna idea política.
¿Hacia dónde va Revolución Democrática?
Más allá de plantear fundamentos e ideas, nuestro interés es discutir los derechos políticos de las personas. Creemos que a través de esa discusión es resolver los derechos sociales, y hacernos partícipes en la toma de decisiones. El concepto de democracia está entre comillas, queremos revolucionarlos, que a la gente no se le haga sentido común estar en una democracia que se dice ejemplar, porque eso dicen los medios, pero debemos romper ese sentido común e instalar la urgencia de una democracia real.
Por otro lado, ¿cuál es el desafío para los estudiantes en 2012?
Es complejo, los costos que asumieron los estudiantes fueron muy altos. Si se encuentran otras formas de movilización que sean compatibles, creo que puede ser muy exitoso. La base del movimiento no cambiará el diagnóstico, la ciudadanía se aburrió de un sistema que reproduce desigualdades y el movimiento debe seguir. El problema será instalar el tema con la misma fuerza del año pasado, y en un año de elecciones. Nosotros tuvimos suerte y convicciones para ser el tema del año, ahora la misión es hacer lo mismo, sabemos que este Gobierno no hará reformas estructurales, tuvo una presión gigantesca y no cedieron, fueron duros en forma ideológica para mantener su línea, pero hay que seguir con el tema, cambios en desmunicipalización o Superintendencia. El Gobierno no puede salirse con la suya, está presentando proyectos donde el Estado tiene mínima participación, hay que mantener la presión sobre los actores políticos, tanto tradicionales como emergentes.
Este sábado se dio a conocer la creación del movimiento “Revolución Democrática”, integrado por dirigentes del movimiento Nueva Acción Universitaria, encabezados por Giorgio Jackson, ex presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), donde el NAU ha ganado cuatro elecciones consecutivas.
Entrevistado por Felipe Pozo en Radioanálisis, Jackson se refirió en extenso a los objetivos y desafíos de Revolución Democrática.
Cuando ustedes hablan de movimiento, ¿es una instancia de más actores o convocando más gente?
Todo nace por un diagnóstico donde participamos los que discutimos esta idea en el movimiento estudiantil. Nos dimos cuenta que hay una democracia con trabas que no son de primera lectura, pero son fundamentales para los cambios sectoriales que buscamos y que tienen que ver con nuestra democracia, la forma en que nos representamos en sociedad.
¿Su interés es ser partido político o obligar un cambio de práctica en los partidos?
Ser un partido lo dirá el tiempo, nos gustaría incidir y constituirnos para devolver el espacio a la gente. Siempre hubo preguntas respecto a que surgen problemas y opinan los políticos, nosotros no queremos eso, queremos masificar la información y el poder para que la gente construya esa alternativa. Que la democracia devuelva el poder a la gente, y no sea una mirada paternalista para resolver los problemas. Ambas cosas son objetivos a mediano y largo plazo, esperamos que haya gente que comparta esto y se sume.
¿Cuáles son las falencias de esta democracia entre comillas que tú mencionas?
Siempre está la discusión sobre una nueva Constitución, lo que tenemos fue realizado en Dictadura, entonces si tenemos estas reglas del juego no podemos decir que estamos en democracia, pero para lograr ese objetivo se tiene que recorrer un camino bastante largo, Los quórums para obtener cambios son larguísimos y son muy amplios. Necesitamos una estrategia política en función de una nueva Constitución, o el sistema binominal, que reduce el poder de la gente y limita a dos alternativas lo que los ciudadanos pueden escoger. No hay incentivos para que la gente participe de la democracia.
¿Ustedes están por impulsar reformas como al cambio electoral?
Ese es un objetivo para profundizar la democracia, pero el problema está en defender sólo una solución. Nosotros queremos hacer algo similar a lo que ocurrió en 2011 con educación, donde la clave para movilizar a la gente fue reducir el diagnóstico a términos muy simples entendibles por todos. Hoy son muy pocos los que entienden las trabas del binominal, entonces a cambio de hacer reformas que nadie entiende, hacer un trabajo más largo de informar porqué el binominal no es representativo, y qué hacemos para cambiarlo. El ministro Larroulet dice ‘cambiarlo pero mantener el espíritu’, pero eso no es cambiarlo.
¿Ustedes piensan dirigirse a los jóvenes respecto a las nuevas elecciones?
Exacto, hoy los jóvenes probablemente no quieran votar, pero más importante que el voto es saber qué se juega en una elección. Evitar que los candidatos naveguen en puntos comunes y promover espacios de discusión, hacer investigación y llevarla a un lenguaje cotidiano. Y si existe gente que se motive, que sea candidato, porqué no. Lo más importante es hacer votar a los sectores socioeconómicos más bajos, que son los que se restan en un sistema de voto voluntario, entonces la prioridad es evitar eso. Hay que focalizarse en comunas para que eso no ocurra, informando de sus derechos y hacer saber que el voto es el poder que ellos tienen. Nosotros no queremos que la democracia se reduzca a un voto, pero es necesario que la gente participe, es una forma de castigar o premiar alguna idea política.
¿Hacia dónde va Revolución Democrática?
Más allá de plantear fundamentos e ideas, nuestro interés es discutir los derechos políticos de las personas. Creemos que a través de esa discusión es resolver los derechos sociales, y hacernos partícipes en la toma de decisiones. El concepto de democracia está entre comillas, queremos revolucionarlos, que a la gente no se le haga sentido común estar en una democracia que se dice ejemplar, porque eso dicen los medios, pero debemos romper ese sentido común e instalar la urgencia de una democracia real.
Por otro lado, ¿cuál es el desafío para los estudiantes en 2012?
Es complejo, los costos que asumieron los estudiantes fueron muy altos. Si se encuentran otras formas de movilización que sean compatibles, creo que puede ser muy exitoso. La base del movimiento no cambiará el diagnóstico, la ciudadanía se aburrió de un sistema que reproduce desigualdades y el movimiento debe seguir. El problema será instalar el tema con la misma fuerza del año pasado, y en un año de elecciones. Nosotros tuvimos suerte y convicciones para ser el tema del año, ahora la misión es hacer lo mismo, sabemos que este Gobierno no hará reformas estructurales, tuvo una presión gigantesca y no cedieron, fueron duros en forma ideológica para mantener su línea, pero hay que seguir con el tema, cambios en desmunicipalización o Superintendencia. El Gobierno no puede salirse con la suya, está presentando proyectos donde el Estado tiene mínima participación, hay que mantener la presión sobre los actores políticos, tanto tradicionales como emergentes.
