Uno de los vecinos del condominio El Algarrobal 2, Bruce Taylor, llegó a tribunales en compañía de su asesora del hogar, Felicita Pinto, e interpuso un recurso de protección por arbitrariedad y atentado a la igualdad ante la ley.
Según Taylor, los maltratos no se justifican: “Como empleador, no puedo permitir maltratos a la gente que trabaja para mí. En este caso, claramente ha habido maltrato físico y sicológico. La medida que aplica el condominio es abusiva, caprichosa y no está contemplada en el reglamento, es una decisión del comité de administración”, dijo.
Por su parte, Felicita Pinto agradeció el apoyo de su empleador y dijo haberse sentido discriminada con el instructivo: “He sido atropellada. Me han maltratado y me han humillado mucho. Me han tratado incluso con groserías. Por eso me he sentido mal. Sufrí maltratos, incluso me dejaron un brazo morado”, explicó.
En tanto, el abogado de la ONG Causa Justa, Nicolás Pavez, quien patrocinó el recurso de protección, dijo que “sin lugar a dudas constituye un agravio. Incluso podría llegar a constituir el delito de injurias y calumnias, pero hemos optado por la acción cautelar del recurso de protección, porque creemos que es la vía más expedita”.
“Por lo mismo, hemos solicitado una orden de no innovar para que a la brevedad deje sin efecto este instructivo”, añadió Nicolás Pavez.
Por su parte, la presidenta de la Asociación Nacional de Empleadas de Casa Particular, Bernardina Muñoz, también presentó un recurso de protección.
Todos los recurrentes coincidieron en calificar el instructivo de agraviante y clasista.