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Año XVI, 19 de abril de 2024


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Ricardo Ffrench-Davis y reforma tributaria:

“Subir impuestos no afecta la tasa de inversión”

El doctor en Economía y Premio Nacional de Ciencias Sociales afirma que en Chile el impuesto a las empresas es muy bajo comparado con el resto del mundo. “En Europa o Estados Unidos ese impuesto fluctúa entre el 25% al 40%, mientras en Chile se estaría llevando nuevamente al 17%, como antes del terremoto”.

Juanita Rojas

  Jueves 5 de abril 2012 13:06 hrs. 
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Muy seguro de la necesidad de hacer una  reforma tributaria en Chile se muestra el destacado economista, no sólo porque cree que nuestra estructura tributaria es poco equitativa, sino porque el país necesita más recursos que ayuden a lograr un Chile más justo e integrado. “Debemos repartir platas en cosas que dejen huellas.  Eso es más y mejor educación, mejor salud, mayores recursos a los municipios”.

Ffrench-Davis recuerda que durante la dictadura se bajó la carga impositiva de las empresas casi a cero, argumentando que se debía gravar el consumo y no la producción. “Ese no es un argumento válido.  Cuando asumió Aylwin se restablecieron los impuestos paulatinamente y eso no afectó en nada la inversión, todo lo contrario, subió fuertemente a pesar de que se repuso el impuesto a la renta”.

En el impuesto a la renta  está centrado actualmente el debate, ya que respecto del IVA -impuesto al consumo que pagamos por igual todos los chilenos- parecen no existir grandes debates.  Los impuestos de Primera Categoría, que se aplican a las utilidades de las empresas, y el de Segunda Categoría, que deben pagar los trabajadores dependientes, centran la discusión.

Según el economista, se debe mirar a las empresas y a las personas de manera integrada, porque finalmente las empresas tienen dueños que son personas, y son éstas las que reciban las utilidades.  De allí que piense que el impuesto a las personas no es especialmente grande, sino que deben mejorarse los tramos, de manera de aplicar mayores gravámenes a los que reciben ingresos muy altos.  Además, se deben eliminar las excepciones, que en la actualidad permiten que personas de altísismos ingresos reciban devolución de un porcentaje del impuesto pagado por sus utilidades.

Respecto de las empresas, Ffrench Davis apunta a un aspecto relevante: “por ningún motivo podemos volver al 17%, lo que pasa es que el impuesto no debe ser parejo para todas y debe ir subiendo escalonadamente en función del tamaño de la empresa.  Pero lo más importante, sin duda, es combatir la evasión, que es muy grande”.

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