El apoyo de los ciudadanos de Castro a la construcción del Centro Comercial Paseo Chiloé en un sector patrimonial de la ciudad, cuyas obras se encuentran paralizadas, fue tajante. A través de un plebiscito realizado el domingo, un 94,4 de los votantes manifestó el apoyo a la construcción en sus actuales condiciones.
A esto se sumó una adhesión superior al 90 por ciento a la construcción de estacionamientos subterráneos en el centro de Castro y un más de un 96 por ciento a favor de la creación de un by pass de la Ruta 5, para evitar atochamientos, obras que el municipio espera se comience a proyectar en los próximos meses, siempre y cuando el Ministro de Obras Públicas reciba a las autoridades municipales.
Juan Pablo Sottolichio, asesor jurídico de la municipalidad, valoró la alta participación ciudadana en la consulta organizada por ésta, registrándose 4 mil 838 votantes, y recalcó que el efecto práctico de la construcción del “mall” genera más anticuerpos en los visitantes que en los habitantes de la ciudad chilota.
El abogado subrayó lo complejo que es, actualmente, tener que viajar a Puerto Montt, donde se encuentra el centro comercial más cercano. “Yo lo ejemplificó de la siguiente manera. Cualquier ciudadano de Providencia o Las Condes teniendo que recurrir a un centro comercial en San Fernando, esa es la situación. Salir de Castro a Puerto Montt significa en bus tres horas de viaje y en auto dos horas y media con un costo en auto de 50 mil pesos y en bus de 20 mil pesos. Uno podría decir que los malls son ejemplo de consumo y otras circunstancias que son negativas para el desarrollo de las personas, pero en la práctica cualquier chileno tiene derecho a satisfacer sus necesidades de consumo o de servicio de la mejor manera posible”, explicó el abogado de la municipalidad.
Sottolichio recordó, sin embargo, que aún está pendiente el tema de la vulneración de los límites iniciales establecidos por la Dirección de Obras Municipales por parte de la empresa, por lo que debe tomar las medidas necesarias para poder regular su proyecto.
En este sentido, el jurista sostuvo que el resultado del plebiscito es una herramienta de la municipalidad para decirle a la compañía, del Grupo Pasmar, que entendiendo la importancia y la necesidad de la obra, ésta tiene que ceñirse a la Ley General de Urbanismo y el Plan Regulador de la ciudad.
Por su parte Félix Oyarzún, vocero del movimiento “Ciudadanos por Castro”, planteó que lo ideal hubiese sido que la consulta ciudadana se realizara antes de comenzar la construcción del inmueble.
“Nadie está en desacuerdo en que exista un mall en Castro, el tema es dónde está ubicado y el tipo de construcción que se está desarrollando en el casco histórico por lo que era obvio -que la encuesta que está hecha en forma extemporánea y con preguntas un poco sesgadas- que todos íbamos a decir que sí, porque la respuesta a si es que quieren un mall es sí. Si es que quieren un estacionamiento subterráneo también es sí y la respuesta del bypass también es sí, porque es algo que ya está aprobado por el Gobierno central hace más de cinco años, se están haciendo los estudios a la espera de los recursos”, enfatizó el dirigente ciudadano.
Oyarzún lamentó que la pregunta sobre la aceptación del mall haya estado vinculado a otros proyectos, como el del bypass, que es una necesidad imperiosa para evitar muchos accidentes.
El representante de la organización ciudadana criticó que la empresa se saliera de los márgenes legales y que no haya respetado el entorno arquitectónico en su construcción, aunque valoró que la compañía ha dado señales de acoger las observaciones del movimiento y hacer mitigaciones como atenuar la arquitectura y demoler si fuese necesario.
En este sentido, Félix Oyarzún anunció que podría establecerse próximamente una mesa de trabajo entre los privados y el Colegio de Arquitectos.