El perdón del rey

Aunque para algunos las disculpas públicas que ofreció el rey Juan Carlos de España son un símbolo de su integridad, para otros no son suficientes para remediar el daño a la corona ocasionado con las últimas polémicas en que se ha visto envuelta la familia real española. Después de todo, ¿Por cuál de todas los errores pidió perdón el rey?

Aunque para algunos las disculpas públicas que ofreció el rey Juan Carlos de España son un símbolo de su integridad, para otros no son suficientes para remediar el daño a la corona ocasionado con las últimas polémicas en que se ha visto envuelta la familia real española. Después de todo, ¿Por cuál de todas los errores pidió perdón el rey?

“Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir”. Con estas palabras el rey Juan Carlos de España intentó poner fin a la polémica mundial, pero especialmente ibérica, que se desató luego de conocerse su viaje de caza a Botswana.

Sin embargo, las escuetas declaraciones y la imposibilidad de la prensa de contrapreguntar dejan muchos cabos sueltos. ¿Por qué pidió perdón el rey: por el viaje, por matar elefantes y otros animales, por las últimas polémicas en las que se ha visto involucrada la casa real? La molestia tiene varias razones.

Por una parte, los españoles se indignaron al saber que su monarca gasta enormes cantidades de dinero en estos exclusivos safaris mientras el pueblo vive la estrechez de una gran crisis económica, con muchos visos de conflicto social.

Pero la furia se hizo internacional al ver las fotografías de Juan Carlos mostrando con orgullo el cadáver de un elefante, víctima de su afición. La caza, especialmente la de animales en peligro de extinción, es repudiada por muchos sectores de la sociedad por cruel y superflua. En pleno siglo XXI, los trofeos de caza de un rey no son interpretados como muestra de su hidalguía, como pudo serlo en el pasado, sino como un comportamiento vergonzoso y un pésimo ejemplo.

De hecho, la World Wild Foundation, una organización medio ambiental internacional, anunció que buscará quitarle el título honorífico que Juan Carlos ostenta en la institución.

Aunque los dos principales partidos españoles, el PP y el PSOE, valoraron las disculpas de Su Majestad, la ciudadanía no parece del todo conforme. Cunde la duda acerca de la honestidad de este acto de contrición. ¿Se hubiera disculpado si la cadera rota no lo hubiera delatado?, se preguntan los españoles a través de las redes sociales. Mientras que los argentinos levantan suspicacias acerca de la cortina de humo para desviar la atención de la expropiación de YPF Repsol en el país vecino y la destemplada reacción del gobierno ibérico.

La cuenta a favor que el rey Borbón tenía entre sus súbditos, con su rol en la recuperación de la democracia luego de la muerte del dictador Francisco Franco, en el último tiempo se ha visto mellada por una serie de polémicas. Hace pocas semanas su nieto de trece años se pegó un balazo en un pie al manipular una escopeta, cuyo uso está prohibido para menores de catorce años, y antes, su yerno Iñaki Urdagarín, se vio involucrado en un caso de corrupción del que deberá dar cuentas ante la ley como cualquier ciudadano, según lo dispuso el mismo monarca. Y ahora, al caerse en Botwana y quebrarse la cadera, el rey rayó también su corona.





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