Después de la polémica recomendación de Colbún de suspender de forma indefinida el ingreso del estudio de impacto ambiental de la línea de transmisión de Hidroaysén, el directorio del proyecto afirmó que “ha encomendado expresamente a la administración adoptar las acciones necesarias para preservar el valor del proyecto”.
Si bien los ejecutivos dejaron entrever que están analizando la viabilidad de las centrales, siempre mantuvieron que “Hidroaysén es un proyecto estratégico para Chile y para la región”. En este sentido, los diputados opositores a la iniciativa sostuvieron que estas declaraciones dejan en evidencia que la empresa sigue presionando.
El diputado socialista Alfonso de Urresti dijo que “hemos visto con mucha preocupación, en las últimas semanas, que tanto Colbún como Endesa han hecho presión sobre el Gobierno para que les facilite la construcción de la carretera eléctrica, para traer la energía desde el sur hacia Santiago y las grandes mineras. El Estado de Chile y el Gobierno no pueden prestarse para ese tipo de facilidades para un grupo empresarial eléctrico. Tenemos un Gobierno que le está confeccionando un traje a la medida al sector eléctrico”.
El parlamentario añadió que, a los tres días del anuncio de Colbún, se recibió a todo el empresariado eléctrico en La Moneda, lo que, demuestra el tremendo lobby y capacidad de presión que tienen las empresas sobre este Gobierno: “Son los empresarios los que han fijado la política energética, esto es inadmisible”, afirmó.
De Urresti, junto con el DC Patricio Vallespín y el PPD Enrique Accorsi, propusieron crear una sesión especial en la Cámara para indagar las intenciones de construir esta carretera, además del envío por parte del Gobierno de otras iniciativas que permiten acelerar las concesiones de líneas eléctricas e incluso permitir su fragmentación.
Por su parte, el coordinador internacional de Patagonia sin Represas, Juan Pablo Orrego, indicó que, si bien el directorio de la empresa persevera en su postura, al proyecto inicial se han sumado una serie dificultades que hacen cada vez más compleja su ejecución.
Esto, dijo Orrego, está impactando en el ámbito internacional: “Para el extranjero, estas señales son feroces. Imagínate cómo está la propia empresa Enel, que es la controladora de fondo del proyecto, Endesa en Madrid… Pero además los bancos, que son los acreedores habituales de estas empresas, están viviendo estas señales -te aseguro- con asombro y esto está quedando registrado. Respecto del proyecto Hidroaysén en Chile, reina la total y absoluta incertidumbre. Creo que con la ayuda importante de los ejecutivos de las propias empresas involucradas, este proyecto se está hundiendo”, aseguró.
Orrego añadió que se ha podido observar una desesperación del Gobierno al allanar el camino a empresas con las que existen nexos, o al menos, “una cordial amistad”. El ambientalista añadió que, en este contexto, las autoridades han subestimado la fuerza de la ciudadanía y del mismo parlamento chileno.