Varios países de la región retiran a sus embajadores en Paraguay

El “golpe de Estado”, como han calificado varios Mandatarios de la región, la destitución del ahora ex Presidente paraguayo, Fernando Lugo, escaló del rechazo inicial de los Jefes de Estado, a la decisión de retirar a los embajadores de las sedes diplomáticas en Asunción.

El “golpe de Estado”, como han calificado varios Mandatarios de la región, la destitución del ahora ex Presidente paraguayo, Fernando Lugo, escaló del rechazo inicial de los Jefes de Estado, a la decisión de retirar a los embajadores de las sedes diplomáticas en Asunción.

El “golpe de Estado”, como han calificado varios Mandatarios de la región, la destitución del ahora ex Presidente paraguayo, Fernando Lugo, escaló del rechazo inicial de los Jefes de Estado, a la decisión de retirar a los embajadores de las sedes diplomáticas en Asunción.

En este marco, el gobierno brasileño condenó la destitución de Lugo, convocó para consultas a su embajador en Paraguay,  y anunció que evalúa junto con sus socios del Mercosur conformado por (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y de la Unasur integrada por (Argentina, Perú, Chile, Venezuela, Ecuador, Guyana, Surinam, Bolivia y Uruguay) las medidas para hacer frente a la “ruptura del orden democrático” en el país vecino.

Los dos mecanismos de integración cuentan con “cláusulas democráticas” que prevén sanciones y hasta la suspensión de países en los que se produzca una ruptura constitucional.

Brasil aclaró, no obstante, que no adoptará ninguna medida que pueda perjudicar a la población paraguaya.

“Brasil reafirma que la democracia fue conquistada con esfuerzo y sacrificio por los países de la región y que debe ser defendida sin vacilación”, según el comunicado.

“El Gobierno brasileño condena el rito sumario de destitución del Mandatario de Paraguay, en el que no fue debidamente garantizado el amplio derecho de defensa”, informó la Cancillería brasileña.

El rechazo por la destitución de Fernando Lugo es generalizado en los países latinoamericanos y a la condena brasileña se suma la de otros países integrantes de estos bloques, como Venezuela, Bolivia, Ecuador y Argentina.

De esta manera, Argentina también ordenó el sábado el retiro de su embajador de Asunción “por la ruptura del orden democrático” en Asunción.

En tanto, el Gobierno uruguayo también decidió llamar en consulta a su embajador en Paraguay, Enrique Fischer, y estimó que la destitución de Fernando Lugo de la primera magistratura contradice las “prácticas democráticas fundamentales”, informó la Presidencia.

Por su lado, el Presidente de Nicaragua Daniel Ortega anunció que su gobierno tampoco reconocerá al nuevo Mandatario paraguayo, Federico Franco.

“Nicaragua no puede reconocer” al nuevo Gobierno paraguayo porque es producto “de un plan claramente articulado entre la oligarquía, las fuerzas derechistas y las fuerzas armadas” de ese país, afirmó Ortega.





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