Como un “portazo” calificaron los trabajadores de la empresa salmonera Mainstream-Cermaq, la decisión de la firma transnacional de rechazar todas las peticiones de aumentos salariales y mejores condiciones laborales que realizaron.
Una disposición contraria al acuerdo firmado por la empresa, de capitales públicos y privados noruegos, ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), donde se comprometió a “respetar y promover los derechos de los trabajadores, en Noruega y en el extranjero, con arreglo a los ocho convenios fundamentales contemplados en la Declaración de la OIT”.
Los acuerdos se refieren a principios y derechos fundamentales en el trabajo, como la libertad de asociación y sindicalización y el derecho de negociación colectiva de todos los trabajadores con el mismo empleador.
Según la presidenta del sindicato de trabajadores de Cermaq de la comuna de Quemchi, Rosa Bahamondes, “quedó demostrado que el país puede firmar muchos acuerdos y tratados, pero las transnacionales o multinacionales no respetan nada en los países en los que operan”.
Además, la dirigenta denunció que “dentro de la misma empresa que opera acá en Chile hay discriminación en temas de remuneración. Mainstream Chile tiene dos plantas de proceso y entre una planta y otra hay diferencias en remuneraciones en los bonos de producción hasta en un 75 por ciento entre una planta y otra”.
Bahamondes informó que el proceso de negociación colectiva, iniciado esta semana, intenta corregir esta desigualdad, pero la empresa no tiene la voluntad de mejorar los sueldos, pese a mostrar buenas intenciones al principio: “Ellos querían que las cosas salgan rápido, que tratemos de llegar a un buen acuerdo y hasta el momento todavía no nos sentamos a conversar y prácticamente no nos han dado nada. O sea, nos quedamos en las puras intenciones y nada más. Y a nosotros las intenciones no nos sirven, lo que nos sirven son las intenciones a fin de mes”, acusó la trabajadora.
Según denunció, la empresa paga sueldos muy diferentes en sus plantas procesadoras de Calbuco y Chonchi, pese a estar separadas por menos de 100 kilómetros, cancelando en una de ellas bonos cinco veces menor que en la otra.
De no prosperar una solución, la vocera de los trabajadores anunció que declararán la huelga general: “Nuestro siguiente paso es reunirnos y si no prospera, movilización. Ni siquiera que intervenga mediación, porque ya estamos aburridos que esta empresa de capitales extranjeros venga a pagar sueldos tan bajos, tan miserables, siendo que aquí las empresas chilenas que después de la crisis del virus ISA tuvieron que recurrir a préstamos de los bancos de Chile, pagan sueldos mucho mejores”.
En la negociación colectiva están involucrados 400 trabajadores de la factoría en Quemchi y otros 120 que laboran en los centros de cultivo, pero, de lograr mejoras en los salarios y las condiciones laborales, se beneficiarían más de 800 empleados.