Estados Unidos y China expresaron su voluntad de trabajar en conjunto en una medida sobre “temas sensibles” para calmar las tensiones entre los países que reclaman el Mar de China, potencialmente rico en crudo y cada vez más militarizado.
Las tensiones de larga data entraron en una etapa más polémica este año, a medida que los seis países que reclaman las aguas buscan recursos energéticos y también refuerzan sus alianzas de defensa.
El ministro de Relaciones Exteriores de China, Yang Jiechi, dijo que Pekín estaba preparado para trabajar con Washington “para expandir nuestro terreno común, respetarnos mutuamente, tratar correctamente las diferencias en temas sensibles e impulsar” las relaciones.
El tema marítimo es extremadamente complejo y sensible, y podría tomar años resolverlo. Pekín reclama el Mar del Sur de China como su territorio basado en datos históricos y afirma que tiene una “soberanía indiscutible” sobre el área. Filipinas, Vietnam, Malasia, Brunéi y Taiwán también reclaman partes del Mar del Sur de China.
Las estimaciones sobre reservas de crudo comprobadas pero no descubiertas en el área llegan hasta los 213 mil millones de barriles de crudo, según un informe del 2008 de la Oficina de Información Energética de Estados Unidos. Esa cifra superaría a todos los países, excepto Arabia Saudita y Venezuela.