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¿Y caminaron los moais?


Martes 24 de julio 2012 8:26 hrs.


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G. Orwell, en “1984”, su visionaria novela de ‘ficción distópica’, muestra una sociedad mundial controlada férreamente por un militarizado ‘hermano mayor’, una combinación de gobierno/corporación de corte totalitario, semejante a la que reina hoy en nuestra sociedad globalizada. Para Orwell, en su cuasi-profecía, uno de los elementos clave del control mental era la manipulación de la historia, en el entendido que lo que pensamos sobre el ayer en gran medida determina nuestro presente, bien expresado en el dicho “el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla.”

En 2005, Jared Diamond, académico interdisciplinario, autor de cientos de artículos científicos y de varios libros, publicó el resultado de años de investigación bajo el inquietante título “Colapso”. Diamond desarrolla un eficaz marco analítico para tratar de entender cómo y por qué pueblos y civilizaciones antiguas han colapsado socio-ambientalmente. Luego aplica las conclusiones iniciales para analizar lo que le está sucediendo a naciones modernas, particularmente en su relación ecológica con sus territorios.

Uno de los capítulos más controvertidos es sobre ‘Isla de Pascua’. Recurriendo a técnicas avanzadas de arqueología y paleo-ecología, entre otras, nos hace ver que Rapa Nui, antes de la ocupación humana –800 a 1200 d.c.- según diferentes teorías-, estuvo cubierta de densos bosques sub-tropicales, con varias especies de grandes árboles, incluyendo miles de palmeras gigantes. Diamond concluye que los antiguos habitantes de la isla destruyeron los bosques con diversos propósitos, pero particularmente para arrastrar los Moai, haciéndolos rodar sobre troncos, desde las canteras hasta el borde costero. Así eliminaron los alimentos y productos forestales, incluidos troncos para canoas, con lo que la pesca se redujo a limitadas capturas desde las orillas. Según las evidencias arqueológicas, el colapso ambiental, la escasez y el hambre generaron una ‘guerra civil’ en la isla, y la población se vio reducida a practicar  la antropofagia.

Sobre todo en relación al transporte de los Moai este análisis se erigió en un dramático ejemplo de cómo una ‘volada cultural’, con matices sociológicos y políticos, puede generar un ‘punto ciego’ respecto de los imperativos ecológicos, y llevar a un eco y ‘socio-cidio’, a un colapso socio-ambiental. Diamond se pregunta qué habrá estado pensando el antiguo Rapa Nui mientras cortaba el último árbol. El autor fue más lejos y planteó que la humanidad está en las mismas, causando estragos en un ambiente finito, la isla de nuestro planeta en relación al océano de espacio que nos rodea.

Este análisis ha dado la vuelta al mundo, y ha sido reproducido y utilizado en diversos contextos, pero casi siempre como advertencia respecto a lo que podría ocurrirnos si no modificamos radicalmente nuestros patrones de conducta, de producción y consumo. Obviamente, la ‘lección’ cayó mal entre los desarrollistas, que piensan que no hay problema de capacidad de carga planetaria, y que todo se puede solucionar con más desarrollo y más tecnología.

Así, un reciente artículo publicado por National Geographic nos ofrece otra narrativa. ¿Hermano mayor de por medio? La isla habría sido poblada 400 años después de lo asumido por Diamond, y así estos ‘colonos’ no habrían tenido suficiente tiempo, hasta el contacto con europeos, para destruir solos el ecosistema, sino que habrían traído  ratas en sus canoas, y éstas habrían depredado las semillas de las palmas y los huevos de las aves, prácticamente causando el colapso ecosistémico.

Los Moais no habrían sido arrastrados sobre troncos, sino que habrían ‘caminado’, bamboleándose, tirados con sogas amarradas en sus cabezas. ¡Humanos exculpados! El problema con lo último es que la demostración se hizo con una réplica de Moai de 5 toneladas –cuando pesan 85- y sogas modernas. ¿No será mucha la ansiedad por desbancar la teoría de Diamond? La moraleja es que la historia es una teoría del pasado cargada de ideologías, prejuicios e ideas preconcebidas que tiene el poder de contribuir a mantener, o a cuestionar un status quo. ¿Qué habrá pasado realmente en Rapa Nui, y qué lecciones podemos derivar de éste, y otros episodios de nuestra historia? Mirar el pasado con un valiente y cariñoso desapego podría ayudarnos a entender mejor el presente, y a darle viabilidad a nuestro futuro.