Un llamado a un “cacerolazo” mundial, bautizado como “Global Noise”, realizaron las agrupaciones que nutrieron los movimientos de Indignados, Occupy, Yo Soy 132, entre otros.
Según explica la página web en la que confluye la convocatoria, esta nueva jornada de protesta se presenta a exactamente un año de que comenzaran a expandirse por las plazas de distintas ciudades – Nueva York, la principal – las ocupaciones de ciudadanos, que protestaban por la desprotección social y en contra de la especulación financiera que dio paso a la crisis.
“Un tema común que atraviesa a todos los cacerolazos es marcar a las elites políticas y económicas como las responsables de destruir nuestras comunidades y el planeta a través de, por ejemplo, protestas anti- austeridad en Europa. Al mismo tiempo, este es un símbolo de esperanza y unidad para construir una variedad de luchas globales por justicia y solidaridad, bajo la convicción de que juntos podemos crear un nuevo mundo”, reza la web de Global Noise.
Y el llamado ha sido respondido. En España, uno de los países más afectados por la crisis económica europea, se organizó una manifestación en la sede de la Unión Europea, en el Congreso y en la emblemática Plaza del Sol. “No debemos, no pagamos”, canta una de las consignas de los ibéricos, quienes rechazan la aplicación de recortes, mientras se rescata a la banca privada “adquiriendo una deuda que pagan los ciudadanos”, dicen.
En tanto, en Portugal las protestas se concentrarán en la plaza de España, donde además del cacerolazo se realizarán espectáculos culturales.
Hace pocas semanas atrás, el gobierno de Portugal informó que unas 50 mil personas contratadas por el Estado perderán sus empleos a lo largo de 2013, como parte de las medidas que se aplicarán para reducir el déficit de deuda pública.
En Estados Unidos, el movimiento Occupy realizará protestas similares en varias ciudades norteamericanas y se espera que las manifestaciones se repitan en Australia y Canadá.
América Latina tampoco queda atrás. En México, la convocatoria fue realizada por el movimiento Yo Soy 132, que puso sobre la mesa la legitimidad de las últimas elecciones.
Los “indignados” colombianos hicieron lo suyo este viernes cuando celebraron el “Día de la Dignidad”. En Bogotá se pudieron ver desde grupos de estudiantes del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), que reclamaban el escaso financiamiento que reciben, como funcionarios judiciales, en huelga desde el jueves.
Los colombianos “indignados” también se movilizaron en las áreas rurales más remotas de departamentos como Putumayo, en la frontera con Ecuador, y Norte de Santander, vecino a Venezuela.
Los participantes en todo el país sumaron unos 300.000, según dijo a la agencia EFE David Flórez, portavoz del movimiento de izquierdas Marcha Patriótica y organizador de la iniciativa junto a un centenar de organizaciones no gubernamentales (ONG).
Flórez detalló que la “Marcha Nacional de los Indignados” se desplegó en 25 de los 32 departamentos colombianos y tiene un espíritu de “civilizar las múltiples inconformidades del pueblo colombiano con el modelo de país desigual”.
Además, dijo que “en este momento coyuntural hay que exigir la participación directa del movimiento popular en la mesa del diálogo de paz” entre el Gobierno y las FARC, que según lo previsto se iniciará el miércoles 17 de octubre en Oslo.
Los organizadores de la jornada indicaron que este es un momento para establecer nuevas conexiones y coordinar las acciones que se tienen para el futuro. En esa línea, ya está convocada una manifestación por los derechos de los migrantes y por la educación global.