“Moratoria y etiquetado de los productos transgénicos ahora”, es lo que diversas organizaciones sociales exigieron al Estado de Chile, respecto de la venta y producción de alimentos modificados al interior del país.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), “son los pequeños y medianos productores, quienes alimentan a la población”, por lo que las agrupaciones sociales instaron al Estado a que fomente y subsidie a los campesinos y las cosechas locales, sosteniendo que “la producción masiva de productos transgénicos sólo le conviene a las grandes empresas, como Monsanto, Bayer, Syngenta, entre otras transnacionales que juegan con la alimentación de los países”.
Así lo sostuvo Lucía Sepúlveda, encargada del área de semillas de la Red de Acción en Plaguicida Chile (RAP), quien recalcó que “la única manera de frenar las pretensiones oficialistas y empresariales, es que los distintos movimientos sociales se unan para combatir en bloque los proyectos privatizadores, como fue el caso de la pesca artesanal, el litio, y ahora las semillas del país”.
Fue Lucía Sepúlveda quien advirtió sobre el anuncio del Gobierno, “a través de sus voceros, es decir la revista del campo, que después de las municipales, le van a poner urgencia un proyecto de Piñera, que se propone extender los cultivos transgénicos para que estos corran también para el consumo interno. Porque actualmente los transgénicos que hay son solo para exportar”. Ante esto, Sepúlveda anticipa que como organizaciones civiles “nos vamos a movilizar fuertemente, llamamos a revisar los procedimientos de aprobación, queremos que en Chile no se produzcan más transgénicos”, aseguró.
Asimismo, Lucio Cuenca, miembro del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Medio Ambientales (OLCA), recalcó que “existen empresas transnacionales que tiene mucho poder, incluso más que los propios gobiernos donde se asientan, por lo que se debe generar una contra respuesta”, señalando que el debate en el parlamento deberá debe ser vigilado y combatido desde la sociedad civil. “Es muy importante que los movimientos sociales incorporen esta visión de la soberanía alimentaria de acuerdo a la realidad económica, social y cultural del país y no de sistemas impuestos desde empresas transnacionales que buscan lucrar con los sistemas alimentarios de nuestros países”, señaló Cuenca.
Finalmente, las organizaciones sociales agrupadas en la campaña “Yo no quiero Transgénicos en Chile”, hicieron un llamado a la ciudadanía a votar en los próximos comicios electorales del 28 de octubre, por candidatos que adhieran a la producción orgánica y natural de los alimentos, y al fomento comunal de la agricultura, elaborando un petitorio que será presentado a todos los postulantes a alcaldes y concejales, lo que presionará a las autoridades a comprometerse con la elaboración de normas adecuadas y en protección de la salud pública, y el libre derecho a conocer qué estamos comiendo.