Fundación impulsa plan de mitigación para emisiones de gases de efecto invernadero en Chile

La Fundación Chile se encuentra desarrollando particulares iniciativas de mitigación para los efectos del calentamiento global y el cambio climático producido por los gases de efecto invernadero. De todas maneras, otras organizaciones advierten respecto del rol del Estado en éstas, considerándose que otorgan una participación importante del sector privado y empresarial.

La Fundación Chile se encuentra desarrollando particulares iniciativas de mitigación para los efectos del calentamiento global y el cambio climático producido por los gases de efecto invernadero. De todas maneras, otras organizaciones advierten respecto del rol del Estado en éstas, considerándose que otorgan una participación importante del sector privado y empresarial.

Nicola Borregaard, gerente de Energía y Cambio Climático de Fundación Chile, explicó que la institución se encuentra trabajando en conjunto a privados y algunos ministerios en Acciones Nacionales Apropiadas de Mitigación, también conocidas como NAMA. Estas son políticas diseñadas para países en vías de desarrollo con el fin de reducir gases de efecto invernadero y mitigar los efectos del cambio climático, y que fueron consideradas por la especialista como iniciativas estratégicas y sin precedentes para el país.

La Fundación Chile apoya a nivel técnico la elaboración de NAMAs en el área de transporte, específicamente en electromovilidad y en autoabastecimiento de Energías Renovables No Convencionales (ERNC)  para ciertos sectores. Nicola Borregaard, destacó que se trata de proyectos “efectivamente significativos en cuanto a su aporte de reducción de emisión”,  diferenciándolo con “solo un proyecto de energía renovable no convencional, no es una planta solar, sino que son proyectos para fomentar el autoabastecimiento sobre la base de energía renovables no convencionales a nivel de país, en todas las regiones”.

La especialista dijo que para el año 2020, Chile debe rendir las iniciativas para reducir sus emisiones de CO2 en un 20 por ciento, por lo cual desde ya se deben introducir nuevos sistemas de monitoreo y de metodologías de medición, además de medidas concretas.

Una de estas, señaló, podrían ser proyectos a largo plazo para incentivar la eficiencia y el ahorro energético, por medio de “medidas regulatorias para iluminación eficiente, para quizás eventualmente también campañas de promoción, subsidios, como se hizo hace unos años atrás para el recambio de ampolletas en los sectores menos aventajados económicamente”, recordó.

También fue enfatizado que en las NAMA participan “todos los actores”, según Nicola Borregaard, incluyendo al público y privado; pero desde la Fundación Terram, su directora, Flavia Liberona, afirmó que ante los pocos avances registrados es imperante el protagonismo del Estado, el que se encontraría carente de “política pública”, ya que “más allá de que las cosas que está desarrollando Fundación Chile son buenas o malas, no es el lugar adecuado para hacerlo”, recalcó.

La directora de la Fundación Terram, profundizó en este tema, destacando que las políticas públicas estatales sirven para mantener los acuerdos conseguidos con el sector privado, sin fortalecer “una acción política desde el estado”, lo que produciría que “cualquier cambio sea difícil mantenerlo en el tiempo”, señaló.

Flavia Liberona reconoció que el concepto de las NAMA no es nuevo, pero que no ha tenido un amplio debate en el país, mientras que desde la Fundación Chile, pretenden poner la idea en la discusión pública, para lo que ya se realizó un Taller de Registro de Acciones, y se inició el trabajo con instituciones como la CORFO, y los ministerios de Economía y Energía.





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