Los trabajadores del sindicato número 5, desvinculados de la empresa RedBus luego de dos días de manifestaciones, con el apoyo de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y sus organizaciones afiliadas, marcharon hasta los Ministerios de Transporte y del Trabajo, para exigir a las autoridades que se hagan parte de una mesa negociadora con la empresa y se destrabe el conflicto laboral que, según los dirigentes, “es un problema nacional”.
En ese sentido, la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, recalcó la importancia de que en este proceso participen y manifiesten su voluntad de resolver el problema los titulares de Transporte y Trabajo, Pedro Errázuriz y Evelyn Mattheim, pues “el Estado está entregando cuantiosos recursos a compañías que infringen derechos laborales y de servicio”.
La presidenta de la multisindical agregó que las demandas de los choferes son parte “de un problema que se arrastra de la mala construcción del sistema Transantiago, por lo tanto, le atañe al Estado y al Gobierno de Chile porque son ellos los que deben velar con que se cumplan con todas las condiciones. Existe plena voluntad de diálogo, pero para que ese diálogo sea efectivo necesitamos que aquí las partes también tengan la voluntad de reunirse con los actores movilizados”.
Respecto del llamado a negociación realizado ayer por la Dirección del Trabajo, los dirigentes indicaron que sólo se citó a los sindicatos 1, 2 y 3, los que no mantienen conflictos con la empresa, por lo que descartaron que esa instancia haya sido efectiva.
Por el contrario, el secretario y vocero del sindicato número 5 de RedBus, Luis Cofré, denunció que “la empresa ha incurrido en distintas estrategias de reincorporación, pero lejos de contribuir a una solución del conflicto, continúan con el amedrentamiento y malas prácticas”.
Cofré detalló que “anoche, hasta las tres de la mañana, estuvieron llamando por teléfono a los trabajadores, aludiendo que si se reintegraban hoy no les descontaban los dos días en que han estado movilizados, pero también los condicionan a que firmen un contrato nuevo, perdiendo los años de trabajo o sino los despiden por la causal falta reiterada y sin ningún peso. Y ahora también están ejerciendo presión para que los trabajadores no se dirijan a la CUT a manifestarse”, dijo.
Por su parte, al llegar la marcha al Ministerio de Transporte, el secretario de la cartera, Pedro Errázuriz, señaló que junto a la ministra Matthei, “están en conversaciones para realizar una mesa de trabajo y así solucionar los problema de diseño del Transantiago”.
“El ministerio está muy interesado en participar, conversamos con la ministra del Trabajo y estamos muy interesados en poder coordinar una mesa de trabajo con la presidenta de la CUT, hay que conversar sin presiones indebidas, pero hay que conversar siempre. La idea es hacer una mesa de trabajo integral, que aborde los problemas particulares, pero sobre todo los grandes problemas que tiene el mundo de los conductores, que es un tema complejo, no es de fácil solución e involucra a muchas personas”, sostuvo Errázuriz.
En tanto, la ministra Matthei se mostró sorprendida por la acción de protesta realizada por los trabajadores, pues señaló que “ya había una mesa negociadora en marcha, a la cual no había asistido dicho sindicato”.
A la convocatoria de la marcha también acudieron dirigentes de trabajadores de la empresa LAN, Metro S.A., Confederación de Trabajadores de la Construcción, Confusam y de otras empresas del Transantiago como Alsacia y SuBus; y en ella, los dirigentes del sindicato número 5 de RedBus recalcaron que “la huelga tiene carácter de indefinido hasta que no se reincorpore a la totalidad de los trabajadores y se garantice que no serán objeto de acoso laboral”.