Avanzar en las complejas negociaciones sobre la limitación de las emisiones de gases con efecto invernadero (GEI), responsable del calentamiento global y las alteraciones climáticas en la Tierra, es la principal tarea de la 18 Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se inició este lunes en Doha, Quatar.
Según la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (Cmnucc), Christiana Figueres, el encuentro es un desafío para el presente y el futuro: “El presente son los medios de aumentar el nivel de ambición en forma urgente, es decir, que los países asuman compromisos más fuertes en materia de reducción de los GEI. Y el futuro es el marco que se impondrá a todos, con equidad y en conformidad con lo que requiere la ciencia”, explicó.
Las palabras de Figueres tienen relación con la discusión de los términos de una segunda fase del Protocolo de Kioto, tratado internacional insigne del Cmnucc, que tenía como objetivo reducir las emisiones de dióxido de carbono en una media del 5, 2 por ciento con respecto a los niveles de 1990, pero cuya extensión finaliza este año.
La nueva conferencia tiene como objetivo principal cerrar un acuerdo vinculante de reducción de emisiones para 2015, que entraría en vigor en 2020, teniendo como base un pre acuerdo, denominado Plataforma de Durban -adoptado en la reunión del año pasado-, donde ya se consensuó la idea de establecer negociaciones para “desarrollar un nuevo protocolo, una solución pactada con fuerza legal que se aplicará a todas las partes de la convención del clima de la ONU”.
Sin embargo, según el director del Centro de Sustentabilidad de la Universidad Andrés Bello, Marcelo Mena, “va a ser difícil que se pongan de acuerdo, porque tenemos a las dos principales emisores en Estados Unidos –que no ratificó Kioto- y China en contraposición en cuanto a su economía. China creciendo rápidamente y con un alto nivel de emisiones y Estados Unidos con un Congreso hostil frente a cualquier política de reducción”.
Pese a que según el ingeniero ambiental, probablemente, en esta oportunidad no se llegue a un consenso, por otro lado, “se puede avanzar mucho en otro tipo de herramientas de reducción de emisiones y va a ser interesante ver la posición de Chile frente a esto, ya no como un país en vías de desarrollo, sino que comportándose como un país de la OCDE”.
El Protocolo de Kioto estableció que -por obligación- 37 de las economías industrializadas se comprometían a reducir sus emisiones, mientras que los países en vías de desarrollo solo debían responder al llamado de acabar con la contaminación, bajo la premisa que los países ricos eran los responsables del calentamiento global.
No obstante, los alcances de Kioto no han sido lo suficientemente eficaces como para lograr reducir los niveles de aumento de temperatura a 2°C y, de hecho, el último informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) alertó que la concentración de gases de efecto invernadero alcanzó un nuevo récord histórico, rompiéndose todas las marcas de emisión de dióxido de carbono, metano y oxido de nitrógeno.
Por lo mismo, para Marcelo Mena es imprescindible que en este nueva fase Chile se comprometa a reducir sus emisiones, pues el país “tiene esa dualidad de estar muy avanzado en los instrumentos de reducción, ha sido pionero en presentar algunas de estas acciones a las Naciones Unidas, pero debe reducir sus emisiones, considerando que es un país que ya no está en la segunda división, sino que está en la primera, de acuerdo a su nivel de desarrollo”.
Por otra parte, los efectos del cambio climático y el calentamiento global ya han comenzado a darse en varias partes del mundo y nuestro país no ha sido la excepción. Según la académica del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile, Maisa Rojas, en el caso de Chile, pese a que se ha dado un aumento de las temperaturas – tal como en todo el mundo-, éste será menor que en regiones de Europa, ya que está estudiado que el Hemisferio Norte se verá más afectado por este fenómeno.
Lo más preocupante en el país, de acuerdo a la experta, será el impacto sobre las precipitaciones, pues “las proyecciones indican bastante robustamente que va a haber una disminución de lluvias en la zona centro sur, aproximadamente entre Santiago y Puerto Montt”, lo que podría afectar fuertemente la agricultura y, por ende, los precios de frutas y verduras.
La 18° Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se desarrollará hasta el 7 de diciembre en la capital de Qatar, pero se espera que a partir del 4 de diciembre comiencen con intensidad las negociaciones entre los 195 países participantes, ya que arribarán al encuentro unos 100 ministros de Medio Ambiente, para avanzar en la profundización del acuerdo de la Plataforma de Durnam y la nueva etapa del Protocolo de Kioto.