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Las 4 B: Bueno, bonito, barato…¡y blanco!

Cuando el termómetro comienza a coquetear con los 30° comienza el reinado de los vinos blancos. Estos cálidos días que nos regala el calor santiaguino son excelente excusa para descorchar- o “desroscar” en algunos casos- vinos que antes pasaron algunas horas en el refrigerador. Acá algunos recomendados Sauvingnon Blanc para refrescarse y disfrutar.

Antonella Estévez

  Martes 27 de noviembre 2012 10:58 hrs. 
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Reconozco que cuando se trata de vinos frescos yo prefiero los rosé y que cuando se trata de vinos blancos me quedo con los chardonnays, pero en los últimos días me he encontrado con gratas sorpresas en mi copa a cargo de algunos sauvignon blanc que tenía guardados y que, como he leído por ahí, son recomendados de beber jóvenes por lo que no podían seguir esperando más tiempo en mi cava. Nada que hacer entonces, gracias a Dios, estoy rodeada de buenos amigos dispuestos a acompañarme en esta “sacrificada” tarea y como este escrito se basa en las percepciones que esos brebajes dejaron en mí, describo también las escenas en que se dieron esas percepciones que son, claramente, parte fundamental de porqué disfrute tanto de esos vinos.

Escena 1: Junta con algunos amigos celebrando el nacimiento del bebé de una de ellas. Calor de domingo en la tarde, ricas hamburguesas caseras y ricos vinos frescos para compartir. Varias botellas se abrieron, pero hubo una que recuerdo con cariño por la sorpresa que significó, una muy frutal y refrescante botella de Amaral Sauvignon Blanc que en ese momento desarmo mis prejuicios de que los Sauvignon Blanc son muy ácidos o muy minerales, este estaba tal como me gustan los vinos de verano: fresco, goloso y muy amable.

Escena 2: Una amiga pasa por casa a buscar unos libros a la hora de almuerzo, marido había preparado un estupendo pescado al horno, con papas también al horno en mantequilla y romero (las papilas gustativas se estremecen con sólo el recuerdo). Partimos tomando un rosé de Los Vascos que estaba correcto, aunque hacia la pega sin sobresalir. Entre la buena conversa, el calor y la rica comida el rosé se evaporó. ¿Qué hacer? Saque del refrigerador un Sauvignon Blanc Sepia de Vistamar. ¡Se pasó! Pura fruta, deliciosa y refrescante piña, algunas pistas de duraznos ¡Delicioso! No nos hizo falta postre.

Escena 3: Llegamos contentos y hambrientos después de una buena obra de teatro. En el intermedio uno podía comprar algo para comer, pero en serio: ¡Más de dos lucas por un pan de miga!¿Mil doscientos por un brownie? Un poco mucho, así que esperamos y llegamos a casa a meter al horno unas pizzetas que quedaban por allí. Mi papá que estaba de visita, se no unió a la conversa, al mange y a la bebida. Marido y papá se terminaron un pinot noir del que quedaba justo para dos copas. ¡No se preocupen por mí!…ñac ñac, abrí un Sauvignon Blanc Veramonte Reserva. Rico, rico. Frutoso, fresquito, con la acidez justa para agradecer en estas noches cada vez más cálidas.

¿Precios? El  Veramonte lo compre en una oferta en la sala de ventas de la viña que estaba rematando blancos y rosé 2009 y 2010, me salió cerca de $2700 (precio según “Descorchados 2012”, $5.790). El Sepia, vino de la sala de ventas de House de la Viña Morande, también en Casablanca, que tiene super buenas ofertas de Morande y Vistamar, estén o no con ventas de bodega, creo que pague cerca de $2000 (precio según “Descorchados 2012”, $3.990) y el Amaral venia en una oferta de Wine Off, en donde cada vino estaba cerca de los $2.500 (precio según “Descorchados 2012”, $5000).

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