Los senadores Francisco Chahuán (RN) y Hernán Larraín (UDI) entregaron una carta a los presidentes de sus partidos, Carlos Larraín (RN) y Patricio Melero (UDI) respectivamente, solicitando la institucionalización de la Coalición por el Cambio, para subsanar los problemas de comunicación a lo largo de la administración de Sebastián Piñera, y mantener así a la derecha en un segundo período en el Gobierno.
El proyecto de unidad, como los senadores lo llamaron, propone cuatro objetivos: 1) la institucionalización de los partidos de la derecha chilena; 2) generar un “procedimiento de resolución de los conflictos”, que filtre las discrepancias frente a la opinión pública; 3) convocar a candidatos independientes, regionalistas y del PRI, a modo de generar una resistencia al pacto entre la Concertación y el Partido Comunista; y 4) realizar reuniones periódicas entre las bancadas respectivas.
El senador de la UDI, Hernán Larraín, argumentó dicho propósito en los errores y conflictos que se han producido entre los partidos de la alianza por Chile y el propio Ejecutivo.
Larraín recalcó que “el presidente Piñera tiene como objetivo terminar su mandato de la mejor manera posible, pero la tuición de una nueva administración de Gobierno de cara a las elecciones parlamentarias y presidenciales de 2013, está en la Coalición”.
El senador apuntó además que “parte de los objetivos de esta petición es mejorar la coordinación, porque los cuestionamientos es porque nos enteramos de acciones posterior a la toma de decisiones. Y al no ser oídos, hemos perdido tiempo y adhesión ciudadana”.
Asimismo, el RN Francisco Chahuán, recalcó que “la centro derecha atraviesa un momento crucial”, ya que de no presentar un buen proyecto político para las presidenciales, el proceso que han iniciado con la Administración Piñera se estancaría.
Chahuán recalcó que “de lograr una unidad en la alianza y generar una competencia de primerias que sumen y no resten, las posibilidades de seguir en el Gobierno se concretarán”.
“Tenemos una oportunidad histórica de suceder al gobierno de Sebastián Piñera con otro de la coalición, después de 50 años la centroderecha llegó al Gobierno, entonces hay una responsabilidad de profundizar los cambios, hablo de mejorar lo bueno”, indicó.
Por su parte, Francisca Quiroga, Analista Política del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, indicó que “este anuncio puede interpretarse como otra reacción de ciertas personas que previendo un escenario de elecciones, están articulando algunas maniobras, pero que dista de la visión que puedan tener como partidos y como una sola coalición”.
Quiroga apuntó además que “este gobierno tiene una mirada centrada en la falta de fricción de política estratégica respecto a ser gobierno, la construcción del nosotros, pero no se puede decir que hay convencimiento de ser gobierno. La agenda no está clara, el sello está en los hitos más que apelar a crecimiento económico y empleo”.
La iniciativa planteada por senadores de RN y la UDI a los presidentes de dichas bancadas, se enarbola como una solución a la crisis de unidad que sostienen los partidos de derecha en Chile con el Ejecutivo desde el inicio de la administración, pero que se graficó con total claridad con los conflictos evidenciados al interior de La Moneda, con la salida de Teodoro Ribera del gabinete ministerial, y la consiguiente renuncia súbita y momentánea del timonel oficialista, Carlos Larraín.