Familiares de los 81 reos muertos en el incendio de la cárcel de San Miguel protestaron ayer, de manera espontánea, en el Centro de Justicia, luego de la postergación de la audiencia de preparación de juicio.
Pese a la masiva presencia de querellantes y a la asistencia de los abogados defensores de los ocho imputados, el juez Rodrigo Cayó decidió suspender el procedimiento hasta el 17 de abril de este año.
Las razones que esgrimió el magistrado, fueron que existía poca claridad en la representación de las víctimas y que algunos intervinientes no fueron debidamente notificados de la audiencia y del cierre de la investigación.
Motivos que no convencieron a los familiares de las 81 personas muertas en el incendio, quienes gritaron consignas exigiendo justicia por sus parientes.