Fueron 29 organizaciones de la sociedad civil las que emitieron sus votos y eligieron por 24 sufragios al codirector del Observatorio Ciudadano, José Aylwin, y por 19 preferencias a Consuelo Contreras, directora ejecutiva de Corporación Opción, organización que trabaja por los derechos de los niños y niñas.

La trabajadora social y creadora del Centro de Estudios de la Niñez (CEN) conversó con Radio Universidad de Chile y dijo que la determinación “nos plantea nuevos desafíos, porque los dos consejeros que salimos electos en esta oportunidad tenemos que ver con los nuevos DD.HH. En mi caso, con niñez y adolescencia”.

“Las ONG que trabajamos en este rubro hemos estado dando una pelea porque se reconozca a los niños, niñas y adolescentes en el campo de los DD.HH. Me parece que esta elección es parte de ese reconocimiento”, añadió.

Consuelo Contreras afirmó que aún no se comprende que los menores están amparados por la Convención Internacional de Derechos del Niño, aprobada en los años ‘90. Esto se observa en las mismas cifras entregadas por la Unicef, que revelan que un 76 por ciento de los niños y niñas chilenas son víctimas de violencia sicológica; un 50 por ciento, de maltrato físico; y cerca de un 8 por ciento son abusados sexualmente.

En ese sentido, la especialista añadió que se requiere una Ley de Protección Integral de Derechos y una institucionalidad que contemple con fuerza la figura de un Defensor de la Niñez.

Por su parte, José Aylwin, conocido por su trabajo en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, apuntó a la necesidad de avanzar en distintas áreas temáticas, como no discriminación, igualdad, acceso a la justicia, término a la impunidad y una reforma de la justicia militar y su competencia sobre civiles.

Además, frente al clima de creciente efervescencia social, apuntó a la urgencia de generar un diálogo nacional que nos permita reformar la Constitución, para brindar una real seguridad democrática: “Vemos que esa seguridad democrática está fuertemente cuestionada y amenazada. Por lo tanto, pensamos que el Instituto debe trabajar este tema y promover un diálogo frente a la transformación democrática, participativa, de una nueva institucionalidad jurídica y política. Idealmente, de una nueva Constitución”, explicó.

Aylwin subrayó que la carta fundamental fue instaurada en dictadura a través de un referéndum no democrático y, pese a las modificaciones que se le han hecho, no cumple con las necesidades de una sociedad moderna, ya que impide o traba las vías de participación y la libertad de opinión de los ciudadanos.