Más de diez mil personas dieron su último adiós en el transcurso de la mañana a diez de los 16 hinchas de O’Higgins de Rancagua fallecidos en la tragedia de Tomé.
A las dos de la madrugada del sábado, el bus en el que viajaban desbarrancó 150 metros en la cuesta Caracol, cuando se dirigían al litoral del Biobío luego de presenciar el triunfo de su equipo ante Huachipato en Talcahuano. Según el seremi de Transportes del Biobío, el vehículo iba con sobrecapacidad de pasajeros.
El club hizo la convocatoria con el llamado “¡Todos al Teniente a despedir a nuestros mártires celestes!” e invitando a la ceremonia “en el estadio que los cobijó durante años, donde forjaron un amor incondicional a sus compañeros y hacia el club O’Higgins”.
Pocos minutos después de las diez de la mañana, los cuerpos de las víctimas llegaron hasta el estadio El Teniente, donde fueron recibidos con una ovación. Luego se desarrolló una misa presidida por monseñor Bernardo Silva. Entre los asistentes estaban presentes los jugadores de O’Higgins, encabezados por su DT Eduardo Berizzo, el presidente del club, hinchas de otros equipos y autoridades locales.
Por su lado, el alcalde de Rancagua, Bernardo Soto, confirmó la idea de levantar un memorial que recuerde a los hinchas fallecidos, el que se incluiría en las obras de remodelación del estadio El Teniente, que se iniciarán mañana.
En tanto, del total de 22 barristas de O’Higgins heridos en el accidente carretero en la costa del Biobío, ocho permanecen internados en distintos hospitales de la zona. De estos lesionados, seis se mantienen en el Hospital Guillermo Grant Benavente de Concepción y los restantes se encuentran en el Hospital Las Higueras de Talcahuano y en el Sanatorio Alemán penquista. Otros seis estaban internados en el Hospital Regional de Rancagua.