Agencias geológicas de Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y China detectaron este martes en la madrugada una actividad sísmica inusual de magnitud de entre 4,9 y 5,1 cuya localización situaron en el lugar donde se encuentra el sitio norcoreano de ensayos nucleares Punggye-ri, en el noreste del país.
Fuentes oficiales norcoreanas confirmaron que Corea del Norte había realizado un tercer ensayo nuclear que calificaron de “exitoso” y de “alto nivel” que, contrariamente a los dos anteriores, “tuvo más potencia e incluyó un dispositivo atómico miniaturizado y más liviano”.
El detalle de que se habría tratado de un dispositivo “miniaturizado” sugiere que el gobierno norcoreano ya alcanzó el grado de tecnología suficiente para fabricar un artefacto nuclear susceptible de ser instalado en un misil de largo alcance. En diciembre pasado, el gobierno norcoreano había realizado un ensayo de lanzamiento de un cohete para poner un satélite en órbita, que demostró los avances norcoreanos en materia de tecnología misilística.
Este ensayo generó inmediatas reacciones de condena en gran parte de la comunidad internacional. “Tengo entendido que la república de Corea del Norte anunció que había llevado a cabo un tercer test de un arma nuclear, a pesar de los pedidos de la comunidad internacional de que no lo hiciera”, afirmó Yukiya Amano, el director de la AIEA.
El Consejo de Seguridad de la ONU anunció de inmediato la convocatoria de una reunión de emergencia para este martes en Nueva York. En Viena, la Organización del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares estimó que la explosión constituyó “una clara amenaza a la paz y la seguridad”.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó un gesto que consideró “profundamente desestabilizador”, de acuerdo a su portavoz. Y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió una rápida respuesta de la comunidad internacional a una prueba nuclear que calificó de “provocadora”.
En Pekín, principal aliado de Corea del Norte, fuentes diplomáticas admitieron que el gobierno chino transmitió a Pyongyang en la última semana una “severa alerta” contra la realización del ensayo nuclear.