La detención por parte de Chile de tres soldados bolivianos, que pasaron a territorio chileno portando armas, provocó la reacción de los ciudadanos de ese país que este miércoles se congregaron frente al Consulado de Chile en Bolivia para pedir la liberación de sus compatriotas detenidos el 25 de enero.
A su vez, Chile respondió a la carta que el gobierno de La Paz envió a las Naciones Unidas donde acusó a Chile de violar el derecho internacional con un gesto que calificó de” inamistoso” y “desproporcionado”. Al mismo tiempo, Bolivia consideró que sus detenidos son “héroes del mar” y “rehenes políticos”.
¿Se trata de un caso estrictamente judicial, como lo ha sostenido el gobierno chileno? Según el diputado democratacristiano Jorge Burgos, si bien los ciudadanos bolivianos cometieron un delito, lo que debería haber hecho el gobierno chileno era expulsarlos a la brevedad, para así evitar los “dimes y diretes” de los últimos días. A su juicio, el Ejecutivo se involucró en una situación compleja que debió evitar.
“Creo que la decisión de llevar la causa a nivel judicial ha complicado al gobierno y le ha amarrado las manos. Seamos claros: en algún momento van a expulsar a los conscriptos bolivianos. Puede demorarse, pero yo estoy seguro que va terminar en eso. Entonces si va a ser así, ¿por qué no hacerlo de inmediato?”, dijo el parlamentario.
Para el analista internacional Raúl Sohr, el episodio se ha transformado en “una piedra en el zapato” para Chile. Sohr explicó que considerando las excelentes relaciones entre las Fuerzas Armadas de ambos países, este incidente enrareció el ambiente entre las dos naciones y representa un retroceso en la cordial “diplomacia militar” mantenida hasta hoy.
En relación al incidente, el experto señaló que “judicializarlo y llevarlo por las vías que se ha hecho a mi juicio es un error. En un ambiente de relaciones relativamente cordiales, donde no hay ninguna amenaza efectiva, el traspaso de las fronteras no debería constituirse en un incidente de esta naturaleza. Los dos países tienen mucho, pero mucho que ganar si es que llegan a un entendimiento”
Respecto de las manifestaciones que este miércoles se realizaron frente al consulado chileno en La Paz, Sohr señaló que “hay muchos bolivianos que sienten muy fuerte la aspiración marítima, y que es natural que sea así”. Es por esto que el especialista señaló que Chile debe hacer todo lo posible “en forma permanente y con todos sus vecinos”, según recalcó, para tener las mejores relaciones posibles.
Para el analista Pablo Jofré el episodio que tiene enfrascados a Chile y Bolivia en “dimes y diretes” mutuos era de fácil solución. Según el especialista, Chile debió expulsar a los conscriptos, pero en vez de eso sobrereaccionó, al igual que su par boliviano.
En este sentido, Jofré fue enfático en señalar que se trata de conscriptos que no representan una amenaza para Chile en cuanto a espionaje o seguridad fronteriza. Por lo tanto, agregó, se sobredimensionó una situación que suele suceder, y que el diferendo marítimo entre ambas naciones tiñe las actuaciones de los gobiernos, situación que se ve reflejada en la escalada de declaraciones de los últimos días.
La solución a estas alturas del conflicto pasa, según Jofré, por un gesto del gobierno chileno en que prime la amistad entre ambas naciones. En este sentido, explicó, se debería expulsar a los soldados bolivianos y reencausar las relaciones entre ambos países hacia la integración: “Lo que debería hacer el gobierno chileno es lisa y llanamente decir: señores autoridades bolivianas, en un gesto amistoso del gobierno chileno les entregamos a los soldados, los expulsamos del territorio nacional y vamos a solucionar este tema por los canales que corresponde”, añadió.
Respecto de las relaciones futuras entre ambos países, el especialista señaló que ambas naciones deberían retroceder hacia el punto en que se encontraban antes del incidente: “Lo importante es que no se siga en esta escalada, nosotros lo que queremos es diálogo constructivo sobre temas importantes y no sobre temas que nos quitan del foco. Y el foco es cómo desarrollamos políticas de desarrollo común para ambos pueblos”.