Stéphane Hessel era un héroe de la Resistencia a los nazis, sobreviviente del campo de concentración de Buchenwald y uno de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948).
Desde su lanzamiento en octubre de 2010, su panfleto “Indignez-vous!” (editorial Indigène) ha sido traducido en más de una veintena de idiomas. Un éxito planetario que se explica, según dijo RFI, por “la fuerza de la palabra directa, proferida sin disimulos”.
Las revueltas de la primavera árabe encontraron en ese breve libro de menos de 30 páginas una forma de expresión. La consagración llegó cuando jóvenes europeos en España, Francia y Grecia, se reivindicaron como “indignados” y ocuparon las principales plazas de Madrid, París y Atenas.
Diplomático, escritor, poeta y militante, Stephane Hessel siempre estuvo aportando su grano de arena para construir un mundo más solidario. Su experiencia personal en los campos de concentración nazis influyó su compromiso político. En su mirada se mezclaban el sufrimiento, la dulzura y la bondad.
Hessel se comprometió en varias causas, entre otras, la defensa de los inmigrantes sin documentos y la lucha del pueblo palestino. Recientemente en una entrevista, dijo también que no quería vivir hasta no ser capaz de expresar sus puntos de vistas y consideró que la muerte “era el más grande proyecto de la vida.