"El Gobierno ve a los mapuches como un movimiento de delincuentes"

Después de dos años de juicio, el vocero de la Comunidad Tradicional de Temucuicui fue condenado por homicidio frustrado a Carabineros y luego absuelto por la Corte Suprema. Sin embargo, Carbone asegura que la Fiscalía intenta anular el juicio para continuar la persecución en su contra.

Después de dos años de juicio, el vocero de la Comunidad Tradicional de Temucuicui fue condenado por homicidio frustrado a Carabineros y luego absuelto por la Corte Suprema. Sin embargo, Carbone asegura que la Fiscalía intenta anular el juicio para continuar la persecución en su contra.

El jueves pasado el werkén de la Alianza Territorial Mapuche, Mijael Carbone, viajó a la capital para informar sobre su situación judicial. Después de dos años de juicio, el también vocero de la comunidad Tradicional de Temucuicui, ubicada en Ercilla, fue condenado a siete años y un día por homicidio frustrado a Carabineros.

El caso llegó a la Corte Suprema, que absolvió al comunero de todos los cargos. Pese a esto, afirmó Carbone, la Fiscalía aún estaría intentando anular el juicio para mantenerlo en prisión, en el marco de una persecución política en su contra. Además, anunció que las cerca de 100 comunidades que agrupa la Alianza Territorial iniciarán un nuevo proceso de reivindicación territorial.

Eso, sostuvo, porque con la actual administración no hay ninguna oportunidad de diálogo, ya que durante los tres años de este Gobierno han intentado interactuar con ellos y han respondido con allanamientos, aislamiento, judicialización y criminalización. En ese sentido, sostuvo que van a analizar “muy seriamente si va a haber algún tipo de diálogo o no”.

¿Cuáles son concretamente sus sospechas sobre los siguientes pasos del Ministerio Público respecto de su situación judicial?

Lo desconocemos. El Ministerio Público, a través del fiscal Chamorro, parte con la acusación de homicidio frustrado, el juicio se anula y volvemos a un juicio nuevo que parte con el mismo tema, pero en esta ocasión me responsabiliza por la muerte de la familia Mackay, la muerte del cabo Albornoz y la utilización de armamento al interior de las comunidades. Entonces las acusaciones suben y suben de tono, y creo que eso también provocó mucho a los jueces, por el hecho de que ellos conocían del juicio, no eran los mismos que me condenaron, pero sí conocían del juicio. Hoy día, ¿con qué nos va a salir el fiscal Chamorro? Lo desconocemos.

Las autoridades no sólo hicieron ese tipo de acusaciones no en su caso. La detención de Celestino Córdova se debe justamente al atentado en Vilcún, que terminó con la vida del matrimonio Lucksinger-Mackay, y cuando detienen a Emilio Berkhoff, el ministro del Interior lo sindica como presunto responsable de los actos de violencia en La Araucanía. ¿Cómo entienden esto?

Nosotros tenemos que ser claros en decirlo. Hoy tenemos a Berkhoff en su casa ¿no? Al machi Celestino detenido, pero no hay pruebas suficientes para una acción condenatoria. O sea, están procesando personas, pero ¿cómo lo hacen? Con investigaciones que ellos llaman “investigación bajo secreto”. ¿Y quiénes son los testigos? Son todos uniformados, entonces tenemos que dejar claro que, en estas condiciones, para nosotros el machi Celestino Córdova es inocente, al igual que Emilio Berkhoff. Nosotros declaramos nuestra inocencia y es por ello que llegamos hasta las últimas instancias para demostrarlo. Hoy día lo hemos estado comprobando una acusación tras otra y pretendemos seguir de la misma forma para que el día de mañana caigan todos estos montajes que está realizando el Ministerio Público contra mí y contra tantos otros hermanos.

¿Cómo evalúan el clima después de las declaraciones que ha efectuado el poder Ejecutivo en los casos judiciales?

Vemos el discurso o el mensaje que tienen los ministros del actual Gobierno y los intendentes y ha sido sumamente fuerte, con amenazas directas al pueblo mapuche. Vemos también cómo el Gobierno actual ha fomentado la militarización en zonas mapuche. En Ercilla, que es un pueblo de 4.600 personas, vemos dos mil efectivos policiales. Se ha hecho efectivo el estado de sitio y pese a que el Gobierno dijo no estar de acuerdo, hoy en Ercilla, en lo que ellos han denominado la “zona roja” del conflicto mapuche, lo están utilizando.

¿Qué otros efectos piensa usted que tienen estas declaraciones?

Más allá de si han procesado judicialmente o condenado a un mapuche, lo que también perjudica es el cómo se ve el movimiento mapuche. Ellos lo han intentado instalar en la opinión pública como un movimiento de delincuentes. Apoderándose de los medios, lo han estado intentando una oportunidad tras otra. Nosotros lo hemos denominado como una guerra de baja intensidad del Estado chileno hacia el pueblo mapuche y la guerra de intensidad se demuestra con la persecución política, el encarcelamiento, con el tema público, con el aislamiento de las comunidades que están ejerciendo reivindicación territorial. Además, utilizan a mucha gente que desconoce la dirección política del pueblo mapuche, hacia dónde quiere ir este proceso de autonomía, entonces los ponen a su lado, aprovechándose del desconocimiento y forman al mapuche bueno y al mapuche malo. En este caso, quienes estamos allí constantemente buscando la libertad del pueblo mapuche, la devolución del territorio, tenemos que ser los mapuches malos no más.

¿Cómo ven entonces las iniciativas de otros dirigentes mapuche que están apoyando el diálogo? En específico, la Cumbre en el Cerro Ñielol, que también levantó la demanda por la autonomía del pueblo mapuche.

Hace un tiempo atrás escuchamos al intendente de La Araucanía, Andrés Molina, diciendo que va a apoyar la nueva cumbre de Aucán Huilcamán. No estamos en contra de que se hagan estos trabajos, pero sí somos sumamente claros en decirlo: nosotros no participamos de aquella cumbre y no vamos a participar todavía, porque nuestro trabajo se ha visto fuertemente enfocado dentro de las comunidades, la decisión la toman ellos. Tampoco nos acomoda el lugar. El Cerro Ñielol, si lo recordamos, es un lugar donde nos fuerzan a firmar el tratado de Patagua, donde Cornelio Saavedra nos obliga, cuando gran parte de nuestro pueblo ha sido asesinado y reducido, a adoptar un compromiso con el cual no estábamos de acuerdo. Además, el Estado chileno o los gobiernos de turno lo han sumado a la lista del floklore, por lo que no nos simpatiza, no nos acomoda, y en el momento que decidamos pronunciarnos, lo vamos a hacer en un territorio en el cual se haya logrado la resistencia del pueblo mapuche.

¿Y cómo está viendo la discusión por generar un proceso de consulta a los pueblos indígenas, como establece el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo?

Yo creo que el Convenio 169 va a mantenerse en discusión, no nos vamos a poder poner de acuerdo y no nos va a acomodar por cómo se está realizando, porque nunca hemos sido partícipes de aquello. Creo que la instancia en la que va a generarse una consulta tiene que acomodarnos también a nosotros, no sólo al Gobierno. Es decir, se tiene que romper con la lógica de la imposición. Si no, veo bien difícil que se pueda establecer un diálogo o una verdadera consulta.





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