Para evitar la quiebra de la isla mediterránea, se espera que el gobierno chipriota y los acreedores acuerden un plan de rescate convincente luego de un primer rechazo masivo por parte del parlamento de la isla.
Pero el tiempo apremia: la solución debe alcanzarse antes del lunes. “El presidente y su delegación deben cumplir una tarea difícil para evitar un default”, dijo el vocero del gobierno de Nicosia. Anastasiadis debe convencer a Bruselas de que su plan B para recaudar 7.000 millones de euros afectándo lo menos posible a los pequeños ahorristas, es sólido.
La obtención de ese monto es la condicion que ponen los acreedores para dar luz verde a un rescate por 10.000 millones de euros, que Bruselas y el FMI anunciaron la samana pasada.