Más de 350 mil personas participaron de la última edición del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici). Más de 230 mil entradas se vendieron. Según sus organizadores, se trata del mayor evento del cine independiente en Latinoamérica. Y en su decimoquinta versión por primera vez habrá un país invitado: Chile.

El festival se desarrollará entre el 10 y el 21 de abril y arrancará con una función masiva de NO, de Pablo Larraín, en el Anfiteatro del Parque Centenario. Luego, sus 11 sedes albergarán 25 películas chilenas, como Joven y alocada, de Marialy Rivas, Soy mucho mejor que vos, de José Manuel Sandoval, el documental 74 m2, de Tiziana Panizza y Paola Castillo, y La noche de enfrente, obra póstuma de Raúl Ruiz.

Asimismo, se dedicará una retrospectiva a Ignacio Agüero con títulos como El otro día (2012), No olvidar (1982), Cien niños esperando un tren (1988) y Aquí se construye (2000), además de Qué historia es ésta y cuál es su final (2013), documental de José Luis Torres Leiva.

Un autor completamente diferente, Ernesto Díaz, también tendrá un espacio importante, ya que se exhibirán Kiltro (2006), Mirageman (2007) y Mandrill (2009), además de Tráiganme la cabeza de la mujer metralleta, que se estrenará en Chile en mayo.

“TRÁIGANME LA CABEZA DE LA MUJER METRALLETA” trailer from EXPLOITATION EXPERT on Vimeo.

Según Díaz, la presencia chilena en Buenos Aires significa que “claramente el cine chileno está dando que hablar afuera. El nivel de las películas está cada día mejor, hay mucha variedad de temáticas, de géneros, muchos nuevos talentos”.

“Es muy importante tener plataformas como el Bafici para que las películas se vean y salgan al mundo. En estos festivales hay gente de todo el mundo, no solo de Latinoamérica, entonces es una plataforma excelente”, agregó.

Otro filme que aún no llega a salas nacionales y estará en Bafici será El futuro, de Alicia Scherson, basado en Una novelita lumpen de Roberto Bolaño y con estreno previsto en Chile para junio. Antes continuará su recorrido por festivales y eventos en Roma, Torino y San Francisco, coincidiendo en algunos casos con actos de conmemoración por los 10 años de la muerte del escritor.

Alicia Scherson consideró que la llegada del cine chileno a Buenos Aires demuestra que “claramente hay un boom de producción importante, lo que es entretenido. En todos los últimos festivales en que he estado hay muchas películas chilenas y se comenta qué pasa con Chile. Había cuatro en Cartagena de Indias, también en Miami, en Rotterdam también había una presencia importante y en Sundance las dos chilenas éramos las únicas latinoamericanas”.

En ese sentido, añadió que “hay que aprovechar que estamos de moda y que tenemos harta producción que está siendo aceptada en los festivales”

Además, dijo, se trata de festivales en que las películas llegan a gran cantidad de público, lo que no ocurre luego cuando son estrenadas en Chile: “Hay mucho público y no especializado. En Cartagena, Miami o Rotterdam, la cantidad de tickets cortados es grandísima, no es como que los festivales sean museos o lugares solo para entendidos Otra cosa son las ventas en cines comerciales y cómo eso permite que esto sea un negocio rentable. Ahí estamos con problemas, porque son pocas las películas que se venden a salas”, explicó.

Chile, una moda que va a pasar

Un estreno absoluto en Bafici será el del Locaciones: buscando a Rusty James, el “ensayo cinéfilo” de Alberto Fuguet acerca de La ley de la calle, la película realizada en 1983 por Francis Ford Coppola.

Trailer Locaciones: Buscando a Rusty James from Cinépata on Vimeo.

Respecto del supuesto auge del cine nacional, Fuguet sostuvo que “es algo que en algún momento iba a pasar” porque “Chile tenía todos los elementos, incluyendo un componente político que llama la atención en el exterior”.

“Antes no había tantas películas o todas eran de política. No sé si ahora son mejores, hay que diferenciar la moda de que sean todas de calidad, pero es más diverso”, agregó.

Sin embargo, Fuguet se mostró escéptico con el fenómeno. Primero, por la disociación entre festivales y éxito de taquilla: “Los festivales son burbujas que tienen que ver con el mundo académico, con la crítica, y su verdadera misión es diferenciarse de Hollywood. Entonces ponen películas con actores no tan famosos, con temas y narrativas más experimentales, porque si no, serían como la entrega del Oscar. Aunque cada vez se dan más cuenta de que necesitan películas de Hollywood”, dijo.

Y segundo, porque consideró que “Chile está de moda y, por supuesto, va a pasar de moda, porque las modas pasan”.

“Ha habido países extremadamente bizarros para nosotros que han tenido su momento bajo el sol. Argentina fue un país que estuvo de moda como hace diez años, Filipinas, Israel, Rumania… Son modas que arrasan por todo el mundo. No es casualidad que NO estuviera nominada al Oscar, porque esto se arma a través de los distintos festivales y críticos. Y justo cuando está en el máximo apogeo de gloria, llega otro país”, concluyó.