Kim Jong-un ordenó este viernes, durante una reunión de emergencia nocturna con los altos mandos del ejército, aprestarse a atacar con misiles el territorio de Estados Unidos y sus bases en el Pacífico y Corea del Sur, indicó la agencia oficial de noticias norcoreana KCNA.
La iniciativa del líder norcoreano responde a las maniobras conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur en la península con bombarderos furtivos estadounidenses B-2. Considerado indetectable y capaz de volar cerca de la velocidad del sonido, el B-2 puede transportar hasta 18 toneladas de armas convencionales o nucleares, incluidas 16 bombas de 900 Kg. guiadas por satélite y ocho bombas GBU-37 antibúnker.
Kim Jong-un advirtió a Estados Unidos que en caso de provocación “temeraria” de Washington, las fuerzas norcoreanas “deberán atacar sin piedad el territorio continental Estadounidense” y “sus bases militares del Pacífico, incluyendo a Hawái y Guam, y las que se encuentran en Corea del Sur”.
“Llegó el momento de saldar cuentas con los imperialistas estadounidenses en vista de la situación prevaleciente”, aseguró Kim. Según el mandatario, Estados Unidos “ha entrado en una fase temeraria, yendo más allá de la fase de amenaza y extorsión”. El vuelo de los bombarderos furtivos equivale a un “ultimátum y demuestra que quieren lanzar a cualquier precio una guerra nuclear”, añadió.
Mientras China, principal aliado de Pyongyang, llamaba a calmar los ánimos, expertos militares estadounidenses subrayaron que la retórica belicosa de Corea del Norte no va acompañada de acciones militares.
Prueba de ello sería que Corea del Norte ha evitado al máximo las tensiones en torno a las instalaciones industriales de Kaesong, compartidas con Corea del Sur, y que proporcionan al Norte ingresos vitales para su economía.
Desde principios de marzo y la adopción de nuevas sanciones de la ONU contra Pyongyang, después de una tercera prueba nuclear, Corea del Norte ha aumentado la virulencia de sus declaraciones, amenazando a Seúl y Washington con “ataques estratégicos” y con una “guerra total”.