Tres millones y medio de paraguayos están convocados este domingo a las urnas para decidir el futuro político del país. Muchos esperan que la elección cierre la crisis política que se abrió en junio con la destitución de Fernando Lugo y su reemplazo por el vicepresidente Federico Franco.

De los 11 aspirantes a la presidencia, solo dos parten como favoritos según las encuestas: el empresario millonario Horacio Cartes, por el Partido Colorado, y el liberal Efraín Alegre. El presidente electo será el que obtenga la mayor cantidad de votos, ya que en Paraguay no hay segunda vuelta.

Cartes, propietario de empresas financieras y de la mayor tabacalera del país, lidera la mayoría de los sondeos con una ligera ventaja respecto de su principal rival. Su triunfo devolvería al Partido Colorado al poder, que gobernó durante seis décadas, incluidos los 35 años de dictadura del general Stroessner (1954-1989).

El que gane tendrá que forjar alianzas que le aseguren la gobernabilidad en el Congreso, que por primera vez tendrá una representación importante de las coaliciones de izquierda y que según muchos analistas puede quedar muy fragmentado.

El analista político Gustavo Zaracho anticipó algunas claves de la elección a RFI: “Estas elecciones se desarrollan en un contexto particular. El tablero político está dividido entre los partidos que apoyaron la destitución de Fernando Lugo y los que fueron víctimas de ese golpe institucional”.

Tanto el Mercosur como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) condenaron el juicio político a Fernando Lugo y aislaron a Paraguay en términos diplomáticos hasta las elecciones. Cartes y Alegre coinciden en que el país debe regresar a los foros y en especial al Mercosur, considerado vital para la marcha de la economía.

Esta cita electoral se ha convertido en “una de las elecciones más observadas del mundo”, según dijo este jueves el jefe de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Además de la de la OEA, misiones internacionales de Unasur, la Unión Europea, del Parlamento del Mercosur y de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore) se desplegaron en Paraguay, para garantizar la transparencia durante los comicios.