“Efectivamente tienen una anomalía grave, muy grave”, declaró Soloviev, citado por la agencia Interfax, y añadió que rusos y estadounidenses hablarían este viernes sobre la posibilidad de hacer salir a la tripulación al espacio para detectar la procedencia de la fuga.
“Hoy vamos a estudiar” la posibilidad de hacer salir a la tripulación al espacio para detectar la procedencia de la fuga y precisó que, por el momento, no se tomó ninguna decisión. “En general, no nos oponemos”, indicó.
La agencia espacial estadounidense (NASA) ya había indicado que la tripulación de la ISS detectó una fuga de amoniaco procedente de uno de los sistemas de refrigeración, aunque explicó que esto no suponía ningún peligro para los astronautas ni para la Estación.
La tripulación actual, compuesta por seis personas, alertó al centro de control de la Estación, situado en Houston (Texas, sur de Estados Unidos) de la presencia de “pequeños copos blancos flotando alrededor de la Estación”, precisó la NASA en un comunicado.
Las imágenes difundidas por el equipo confirman que la fuga proviene de los sistemas de refrigeración, que ya habían presentado problemas el 1 de noviembre de 2012. El amoniaco se utiliza para refrigerar los circuitos por los que pasa la electricidad producida por los paneles solares.