“Nuestras valientes tropas han restaurado la seguridad y la estabilidad en la municipalidad de Al Quseir y siguen en busca de terroristas en la ciudad”, afirmó este domingo la televisión de Estado. “El ejército controla la principal plaza, en el centro de la ciudad, así como los edificios cercanos, entre ellos el de la municipalidad”, confirmó a la agencia AFP una fuente que pidió el anonimato.
Pero el Ejercito Libre Sirio (ELS), que lucha para derribar al régimen Asad, asegura que en la ofensiva participaron tropas de las milicias del Hezbolá libanés. Al Quseir es una ciudad que linda con la frontera norte de Líbano.
La agencia EFE reporta que el general Abdel Halim Ganun, comandante de brigadas del ELS en Al Quseir, afirma que la fuerza combinada del ejército regular y las milicias del Hezbolá utilizó “todo tipo de misiles, aviones Mig y barriles de explosivos” para bombardear la localidad. La misma fuente asegura que entre los muertos hay civiles y combatientes, pero también “tenemos pruebas y cadáveres de milicianos de Hezbolá, con sus carnés de identidad en Al Quseir, que confirman que este grupo ha participado en la operación”, afirmó el militar rebelde.
La implicación de Hezbolá en la crisis siria es denunciada desde hace meses por la oposición. El líder de Hezbolá, Hassan Nasralá, declaró abiertamente semanas atrás que no permitirá que Siria caiga en manos de Estados Unidos ni de los grupos extremistas y que su grupo no dudará en defender a los libaneses que se encuentran en Siria.
Assad habla con argentinos
Este sábado, el diario Clarín y a la agencia Telam, ambos medios argentinos, difundieron una entrevista realizada en Damasco con Bashar al Asad. Son las primeras declaraciones del mandatario alauita a medios latinoamericanos desde el inicio de una guerra que, en más de dos años, se ha cobrado la vida de 80 mil personas según cálculos de la ONU.
En la entrevista, Asad consideró que la dilatación del conflicto en su país se debe “a la injerencia extranjera” y a que, según los cálculos de algunos estados que quisieron intervenir, “el plan para derrocarlo debía durar algunas semanas o meses, pero” se encontraron con un pueblo que resiste hasta hoy en un proceso de defensa de la patria.”
Asad aseguró que “contabilizan 29 nacionalidades que combaten en Siria”, y que ante eso la pregunta lógica es “qué tiene que ver toda esa gente con las reformas en su país.” El presidente reconoció que Siria está en crisis, y que en esos casos, “el capitán del barco no huye”, y que él no lo hará a pesar de las presiones internacionales para que se aleje del poder.
Interrogado sobre si la decisión de Estados Unidos de no intervenir militarmente en su país, es una muestra de que se pueden enfrentar los conflictos de otra forma, Asad respondió que si Washington no apoya las guerras es “debido al elevado costo que le representan y al fracaso que le significaron sus intervenciones en Irak y Afganistán. No es una cuestión de principios: Estados Unidos solo ha cambiado los medios para hacer la guerra, y eso es con apoyo político y logístico.”
“Nuestras valientes tropas han restaurado la seguridad y la estabilidad en la municipalidad de Al Quseir y siguen en busca de terroristas en la ciudad”, afirmó este domingo la televisión de Estado. “El ejército controla la principal plaza, en el centro de la ciudad, así como los edificios cercanos, entre ellos el de la municipalidad”, confirmó a la agencia AFP una fuente que pidió el anonimato.
Pero el Ejercito Libre Sirio (ELS), que lucha para derribar al régimen Asad, asegura que en la ofensiva participaron tropas de las milicias del Hezbolá libanés. Al Quseir es una ciudad que linda con la frontera norte de Líbano.
La agencia EFE reporta que el general Abdel Halim Ganun, comandante de brigadas del ELS en Al Quseir, afirma que la fuerza combinada del ejército regular y las milicias del Hezbolá utilizó “todo tipo de misiles, aviones Mig y barriles de explosivos” para bombardear la localidad. La misma fuente asegura que entre los muertos hay civiles y combatientes, pero también “tenemos pruebas y cadáveres de milicianos de Hezbolá, con sus carnés de identidad en Al Quseir, que confirman que este grupo ha participado en la operación”, afirmó el militar rebelde.
La implicación de Hezbolá en la crisis siria es denunciada desde hace meses por la oposición. El líder de Hezbolá, Hassan Nasralá, declaró abiertamente semanas atrás que no permitirá que Siria caiga en manos de Estados Unidos ni de los grupos extremistas y que su grupo no dudará en defender a los libaneses que se encuentran en Siria.
Assad habla con argentinos
Este sábado, el diario Clarín y a la agencia Telam, ambos medios argentinos, difundieron una entrevista realizada en Damasco con Bashar al Asad. Son las primeras declaraciones del mandatario alauita a medios latinoamericanos desde el inicio de una guerra que, en más de dos años, se ha cobrado la vida de 80 mil personas según cálculos de la ONU.
En la entrevista, Asad consideró que la dilatación del conflicto en su país se debe “a la injerencia extranjera” y a que, según los cálculos de algunos estados que quisieron intervenir, “el plan para derrocarlo debía durar algunas semanas o meses, pero” se encontraron con un pueblo que resiste hasta hoy en un proceso de defensa de la patria.”
Asad aseguró que “contabilizan 29 nacionalidades que combaten en Siria”, y que ante eso la pregunta lógica es “qué tiene que ver toda esa gente con las reformas en su país.” El presidente reconoció que Siria está en crisis, y que en esos casos, “el capitán del barco no huye”, y que él no lo hará a pesar de las presiones internacionales para que se aleje del poder.
Interrogado sobre si la decisión de Estados Unidos de no intervenir militarmente en su país, es una muestra de que se pueden enfrentar los conflictos de otra forma, Asad respondió que si Washington no apoya las guerras es “debido al elevado costo que le representan y al fracaso que le significaron sus intervenciones en Irak y Afganistán. No es una cuestión de principios: Estados Unidos solo ha cambiado los medios para hacer la guerra, y eso es con apoyo político y logístico.”
“Nuestras valientes tropas han restaurado la seguridad y la estabilidad en la municipalidad de Al Quseir y siguen en busca de terroristas en la ciudad”, afirmó este domingo la televisión de Estado. “El ejército controla la principal plaza, en el centro de la ciudad, así como los edificios cercanos, entre ellos el de la municipalidad”, confirmó a la agencia AFP una fuente que pidió el anonimato.
Pero el Ejercito Libre Sirio (ELS), que lucha para derribar al régimen Asad, asegura que en la ofensiva participaron tropas de las milicias del Hezbolá libanés. Al Quseir es una ciudad que linda con la frontera norte de Líbano.
La agencia EFE reporta que el general Abdel Halim Ganun, comandante de brigadas del ELS en Al Quseir, afirma que la fuerza combinada del ejército regular y las milicias del Hezbolá utilizó “todo tipo de misiles, aviones Mig y barriles de explosivos” para bombardear la localidad. La misma fuente asegura que entre los muertos hay civiles y combatientes, pero también “tenemos pruebas y cadáveres de milicianos de Hezbolá, con sus carnés de identidad en Al Quseir, que confirman que este grupo ha participado en la operación”, afirmó el militar rebelde.
La implicación de Hezbolá en la crisis siria es denunciada desde hace meses por la oposición. El líder de Hezbolá, Hassan Nasralá, declaró abiertamente semanas atrás que no permitirá que Siria caiga en manos de Estados Unidos ni de los grupos extremistas y que su grupo no dudará en defender a los libaneses que se encuentran en Siria.
Assad habla con argentinos
Este sábado, el diario Clarín y a la agencia Telam, ambos medios argentinos, difundieron una entrevista realizada en Damasco con Bashar al Asad. Son las primeras declaraciones del mandatario alauita a medios latinoamericanos desde el inicio de una guerra que, en más de dos años, se ha cobrado la vida de 80 mil personas según cálculos de la ONU.
En la entrevista, Asad consideró que la dilatación del conflicto en su país se debe “a la injerencia extranjera” y a que, según los cálculos de algunos estados que quisieron intervenir, “el plan para derrocarlo debía durar algunas semanas o meses, pero” se encontraron con un pueblo que resiste hasta hoy en un proceso de defensa de la patria.”
Asad aseguró que “contabilizan 29 nacionalidades que combaten en Siria”, y que ante eso la pregunta lógica es “qué tiene que ver toda esa gente con las reformas en su país.” El presidente reconoció que Siria está en crisis, y que en esos casos, “el capitán del barco no huye”, y que él no lo hará a pesar de las presiones internacionales para que se aleje del poder.
Interrogado sobre si la decisión de Estados Unidos de no intervenir militarmente en su país, es una muestra de que se pueden enfrentar los conflictos de otra forma, Asad respondió que si Washington no apoya las guerras es “debido al elevado costo que le representan y al fracaso que le significaron sus intervenciones en Irak y Afganistán. No es una cuestión de principios: Estados Unidos solo ha cambiado los medios para hacer la guerra, y eso es con apoyo político y logístico.”
