El candidato presidencial Claudio Orrego, el senador Patricio Walker y los diputados Ricardo Rincón y Jorge Burgos dieron a conocer un proyecto de ley que modifica la ley orgánica constitucional de votaciones populares y escrutinios, que data del 19 de abril de 1988.
La modificación permitiría a los pactos y partidos políticos llevar hasta cuatro candidatos por circunscripción o distrito en las elecciones parlamentarias, en vez de los dos que se presentan actualmente.
En esa ocasión, Claudio Orrego planteó su voluntad de hacerse cargo “de uno de los principales problemas de nuestra democracia, un sistema electoral que limita severamente tanto la representatividad de las distintas corrientes políticas en el Parlamento como la competencia y la participación ciudadana”.
El diputado Ricardo Rincón explicó que esta medida permite “que todas las listas tengan la posibilidad de tener más candidatos”, lo que “genera necesariamente la posibilidad de mayor competencia al interior de las listas, más candidaturas y mejor oferta electoral, sin alterar el binominal pese a oponernos a él, porque no tenemos los votos para hacerlo por la oposición de la derecha”.
Pero el proyecto de ley no tuvo el mejor recibimiento desde los sectores sociales, quienes consideran que los esfuerzos deberían estar dirigidos hacia la eliminación del sistema binominal, el verdadero responsable de la falta de representatividad en el Parlamento.
La presidenta del Partido Progresista, Patricia Morales, considera esta medida como “insuficiente”, ya que “no tiene ningún sentido plantear la eventualidad de cuatro candidatos por partido, si estos ni siquiera fueron capaces de hacer elecciones primarias”.
“El problema es que basta que pongas un candidato más competitivo y eso elimina la competencia. Acá lo que hay que hacer es avanzar hacia un sistema uninominal, estos son paliativos al igual que la ley de primarias, que no tienen ninguna utilidad a largo plazo”, expresó la presidenta del PRO, para quien “el número de candidatos no resuelve el problema de representatividad en Chile si el sistema político, el sistema de repartición, sigue siendo el binominal”.
En tanto, Patricio Segura, periodista de Patagonia sin Represas e impulsor del manifiesto que solicita un plebiscito para una nueva Constitución, considera positiva esta medida “en la medida de que sea solamente un avance, con la finalidad de terminar con el sistema binominal”.
“Ahora si en la práctica significa aplacar las expectativas de cambiar el binominal, se convierte en un diazepan que solo calma la molestia que existe con ese sistema. Si se plantea como algo para terminar la discusión, creemos que simplemente sería un opio para la ciudadanía que quiere cambios de fondo”, precisó Segura.
Patricia Morales y Patricio Segura coinciden en la preocupación de que, con el aumento de candidatos por circunscripción, “se beneficia solo a los grandes conglomerados y eso es lo que pretende la ley, generar esa falsa idea de consenso sobre la base de ponerle trabas a los bloques más pequeños o a la conformación de partidos políticos regionales y que de verdad no haya competencia”, detalló Segura.
Por ello, sugiere que “una iniciativa más interesante aún podría ser que distintos sectores pudieran generar pactos regionales, no necesariamente a través de partidos políticos. Eso le podría dar más gracia a la chimenea en el Congreso Nacional”, todo con miras a terminar con el sistema binominal.