Luego de seis meses de negociaciones, el gobierno colombiano y las FARC anunciaron este domingo que alcanzaron un acuerdo sobre el problema agrario, que dio origen a medio siglo de conflicto armado en el país sudamericano.
“Hemos llegado a un acuerdo sobre el primer punto de la agenda” de cinco puntos, dijo en presencia de ambas delegaciones el diplomático cubano Carlos Fernández de Cossío, cuyo país es garante de las conversaciones de paz junto a Noruega, al leer un comunicado conjunto de las partes.
“El acuerdo (sobre desarrollo agrario) busca que se reviertan los efectos del conflicto y que se restituyan (recompensen) las víctimas del despojo y del desplazamiento forzado”, agregó Fernández de Cossío.
Ambas partes lograron “acuerdos sobre acceso y uso de la tierra, tierras improductivas, formalización de la propiedad, frontera agrícola y protección de zonas de reservas”, según el comunicado conjunto leído en su primera parte por Fernández de Cossío y la segunda por el delegado de Noruega, Dag Nylander.
Aunque no trascendieron detalles del acuerdo, según el diario El Espectador el texto hace hincapié en el acceso y la distribución de tierras, la lucha contra la pobreza, el estímulo a la producción agropecuaria y la reactivación de la economía del campo. “Está centrado en la gente, en el pequeño productor”, apunta el comunicado.
Los negociadores recalcaron que “es el inicio de transformaciones radicales de la realidad rural y agraria de Colombia, con equidad y democracia”.
“Celebramos, de veras, este paso fundamental en La Habana, hacia un pleno acuerdo para poner fin a medio siglo de conflicto”, escribió el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en un mensaje divulgado en su cuenta oficial en la red social Twitter.
“Continuaremos con el proceso con prudencia y responsabilidad”, agregó.
No obstante este optimismo, el negociador jefe de las FARC, Iván Márquez, aclaró que quedaron pendientes algunas “salvedades puntuales” sobre el tema agrario, que serán retomadas más adelante en las conversaciones.
“Hemos avanzado en la construcción de un acuerdo, con salvedades puntuales, que necesariamente tendrán que ser retomadas antes de la concreción final de un acuerdo”, añadió el número dos de las FARC.
Márquez subrayó: “Los acuerdos que hemos ido construyendo, están condicionados a que lleguemos a un acuerdo sobre la totalidad de la Agenda”, pues las pláticas se rigen por el principio de que “nada está acordado hasta que todo esté acordado”.
Las conversaciones de paz deben reanudarse el próximo 11 de junio con el segundo punto previsto en la agenda: participación política’ de las FARC en Colombia.