Chile aparece como el país más desigual de América Latina y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Para equilibrar esto, trabajadores y expertos plantean como indispensable la promoción de la sindicalización, que en el país llega apenas al 11%. O sea, uno de cada 10 trabajadores pertenece a un sindicato. Sin poder para negociar colectivamente, los ingresos y derechos laborales van a seguir débiles.

El presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Andrés Santa Cruz, dijo que los empresarios reconocen esto como un tema capital para que Chile llegue algún día a ser un país desarrollado.

“Reitero la voluntad permanente de la Confederación que hoy presido en orden a buscar todos los acuerdos necesarios a fin de que el crecimiento que tiene Chile llegue a todos y la desigualdad que es un tema que estamos dispuestos a abordar, para buscar solucionar esta brecha que, a mi juicio, es algo fundamental para un crecimiento con estabilidad”, aseguró.

En respuesta, la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, manifestó que el diálogo y los acuerdos políticos con las patronales demuestran que la institucionalidad no queda en riesgo al debatir.

Sobre el proyecto legal del Gobierno que propone una sindicalización automática al firmar contrato, pero con ratificación del empleado a los 45 días, Bárbara Figueroa aduce que hay otros derechos que deben ir aparejados a la sindicalización.

“La sindicalización automática o semi automática tiene que comprenderse como un paso, pero que debe estar resguardado también con estos otros elementos, con que el sindicato sea dueño de los beneficios negociados y que por lo tanto el empleador no pueda entregarlos discrecionalmente a quienes no son del sindicato, o la ley de pisos mínimos, es decir, que no se tenga que partir cada negociación de cero, porque de ser así da lo mismo si la sindicalización es semi automática o no”, explicó la dirigenta.

Al respecto, el diputado de Renovación Nacional, Nicolás Monckeberg, dijo que su sector está más abierto a incrementar y fortalecer sindicatos, siempre que no se politicen.

“Hay ciertos sectores que podría no gustarles esto, pero aquí más allá de consideraciones políticas hay que pensar en nuestro país. Chile tiene una meta que no tenía hace quince años atrás y no vamos a ser un país desarrollado teniendo sindicatos politizados o teniendo sindicatos débiles. Tenemos que tener buenos sindicatos, que realmente ayuden a que los trabajadores tengan mejores condiciones laborales”, expresó.

A su vez, el diputado socialista, Osvaldo Andrade, considera que el concepto de empresa debe eliminarse porque valida al mecanismo de “multi-RUT”, que opera contra la sindicalización. De hecho, los trabajadores subcontratados ganan 25% menos que aquellos contratados por la empresa principal.

“Chile es el único país del mundo que tiene con el concepto de empresa en la legislación laboral, lo cual ya es una anomalía”, consideró el diputado. “Por eso la cantidad de trucherías y abusos que se cometen. No tiene ningún sentido que permanezca allí”.

La cita entre la Confederación de la Producción y el Comercio y la Central Unitaria de Trabajadores sucedió en la sede de la Organización Internacional del Trabajo, en Vitacura. Este organismo incluyó su diagnóstico en el documento “Políticas laborales para un desarrollo con igualdad en Chile”, que ya está disponible en www.oitchile.cl