El soldado estadounidense Bradley Manning comparece a partir de este lunes 3 de junio ante un tribunal militar norteamericano por haber presuntamente filtrado cientos de miles de cables confidenciales del Departamento de Estado divulgados por WikiLeaks.
Tres años después de que la organización dirigida por Julian Assange pusiera en línea los cables del Departamento de Estado norteamericano, Manning llega al juicio con la intención de declararse culpable de 10 de los 22 cargos que le imputa la justicia militar de su país, según anticipó su abogado.
Manning se expone a un máximo de 154 años de cárcel en caso de ser condenado en el juicio que se celebra en la base de Fort Made (Maryland) y debe ser presidido por la jueza militar Denise Lind.
El cargo más grave que enfrenta el soldado de 25 años es el de “colusión con el enemigo”-castigado con la cadena perpetua y del que se declarará inocente- por haber transferido a WikiLeaks información confidencial sobre las guerras en Irak y Afganistán y más de 250.000 cables del Departamento de Estado.
De acuerdo con el gobierno norteamericano, Manning puso “conscientemente” en peligro a su país al suministrar la información a su alcance cuando trabajaba cerca de Bagdad como analista de inteligencia militar entre noviembre de 2009 a mayo de 2010, cuando fue arrestado.
El joven militar sostiene en cambio que su intención no era perjudicar a Estados Unidos, sino generar una discusión pública acerca del papel de Estados Unidos en el mundo.
“Creía que la publicación (de los documentos confidenciales) podría provocar un debate público sobre nuestras fuerzas armadas y nuestra política exterior en general”, afirmó ante la jueza en una de sus dos comparecencias con la prensa.
Manning reconoció con estas palabras la “transmisión intencionada” de un video que muestra un helicóptero de combate disparando contra civiles iraquíes en julio de 2007, así como información sobre las guerras en Irak y Afganistán y los detenidos en la base militar de Guantánamo, en la isla de Cuba.
Se espera que 24 personas testifiquen a puerta cerrada: una lista integrada por diplomáticos o funcionarios del Pentágono, entre ellos uno de los Navy SEAL que participó en el operativo en el que falleció el líder de Al Qaida, Osama bin Laden, en mayo de 2011. Este soldado norteamericano debería señalar que documentos transmitidos por Manning fueron hallados en la morada del jefe de Al Qaida en Pakistán.
Entretanto, Manning ha denunciado las duras condiciones a las que fue sometido en la cárcel militar de Quantico, calificadas por el relator de la ONU sobre tortura calificó de “crueles, inhumanas y degradantes”. El abogado de Manning consiguió que la jueza redujera 112 días la eventual condena a la que será condenado el soldado debido a este trato.