Una serie de asambleas se desarrollaron durante este martes en distintas facultades de nuestra casa de estudios. El punto de debate transversal fue la toma de la Casa Central de la Universidad de Chile, la que se inició la madrugada de este lunes.

Entre las variables que cruzaron el debate se incluyeron los fundamentos y objetivos políticos de la ocupación, es decir, la pertinencia de una medida de presión de estas características en medio de un proceso de movilización ascendente y donde los distintos voceros del movimiento han llamado a “radicalizar las movilizaciones”.

Andrés Fielbaum, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, indicó que la toma de Casa Central, en caso de ser bien elaborada desde el punto de vista político, contribuye a la lucha del movimiento estudiantil.

“Sin duda que acá hay una frustración pero también hay una convicción de que mientras sigamos luchando y proponiendo, entonces seremos capaces de construir la educación que estamos exigiendo. Los objetivos de la toma de Casa Central claramente están alineados con ese norte, acá al final del día la pregunta relevante es si están las condiciones de paralización y movilización para que la toma pueda estar llena de estudiantes y por lo tanto pueda tener actividades y vitalidad. Si esto ocurre, obviamente será un aporte al movimiento estudiantil”, precisó Fielbaum.

Algunas facultades ya han definido su postura. Es el caso de Arquitectura y Urbanismo, que decidió ratificar la toma; mientras que el Instituto de la Comunicación e Imagen resolvió rechazarla.

Otras, como Artes y la Escuela de Derecho están, a esta hora, zanjando, mientras que Ciencias Físicas y Matemáticas, al igual que muchas facultades, postergó para mañana la asamblea de estudiantes.

Fabián Araneda, vicepresidente de la FECH, señaló que la desaprobación de la toma no es sinónimo, de que los estudiantes estén en contra de las movilizaciones.

“No me cabe duda que, en muchas de las facultades va a hacer sentido el tema de la toma y la van a apoyar. En las facultades en que se rechace no va a ser porque la toma sea mala en si misma o porque esas facultades quieran dejar de movilizarse, sino porque quieren priorizar otros espacios de movilización más territorial. Eso también va de la mano con radicalizar las formas de movilización, buscar movilizaciones en los territorios, con los trabajadores y estudiantes secundarios de esos espacios”, explicó Araneda.

El Consejo de Presidentes de Centros de Estudiantes emitirá mañana la decisión final de los alumnos de la Universidad de Chile, quienes entre jueves y viernes deberán volver a deliberar, esta vez para votar un paro total entre el lunes 10 y viernes 14 de este mes.

En el sector secundario, se siguen movilizando colegios. Ya son alrededor de 15 los establecimientos en paro, jornadas reflexivas o toma.

Uno de ellos es el Instituto Nacional, recinto que este jueves resolverá entregar el liceo o extender la ocupación, iniciada hace dos semanas, por siete días más.

Los estudiantes entregaron a la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, el petitorio que elaboró la comunidad escolar. Sin embargo, el rector Jorge Toro, según denunciaron los escolares, no quiso recibirlos, lo que fue calificado momo impresentable por el vocero de la toma, Pablo Quezada.

“Si la alcaldesa que está bastante atareada con labores de su cargo pudo darse el tiempo para recibir nuestro petitorio, ¿por qué el rector de nuestra institución no pudo o no quiso hacer lo mismo? Es más, dirección ha criticado a los alumnos diciendo que no teníamos petitorio y que nuestra movilización carecía de sustento. Ahora les demostramos que teníamos un petitorio y el rector simplemente no quería recibirlo”, criticó Quezada.

Según confirmaron los alumnos del Instituto Nacional, este miércoles la alcaldesa Carolina Tohá entregará la respuesta a los 11 puntos incluidos en el petitorio.