La Mesa Ejecutiva de la Central Unitaria de Trabajadores hizo entrega este viernes de carta dirigida al ministro de Hacienda, Felipe Larraín, para iniciar el nuevo debate sobre el Salario Mínimo correspondiente al año en curso.

Pero tuvieron una sorpresa, al momento de ir a entregar la misiva, el ministro decidió recibirlos personalmente.

Los detalles de la reunión los comentó la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa: “No nos entregó mayores indicios de cuándo va a entrar el proyecto, ni tampoco los montos con los cuales se van a manejar, sino más bien fue bastante franco en reconocer que había sido desafortunado lo que ocurrió, el comparte la mirada crítica de lo que pasó con el debate del salario mínimo cuando se trató de adelantar en marzo y lo que a nosotros más nos interesaba era dejar claro cuál era nuestra voluntad. No sabemos si esa va a ser recogida o no por el ministro, pero nos parece que es una señal interesante que él haya querido recibir de manera directa la carta con los antecedentes que a nosotros nos llevan a ratificar la propuesta de 250 mil pesos”.

Los dirigentes señalan que, pese a lo tardío que se dará el debate, debido al fracaso en este intento de acelerar la discusión en marzo, pudieron confirmar que el salario mínimo entrará en vigencia el primero de julio como corresponde, y se aplicará de forma retroactiva como ha ocurrido anteriormente.

La dirigente anticipa una complicada discusión, toda vez que las autoridades, después de semanas de diálogo, se abrieron a modificar su propuesta de 205 mil pesos sólo a 206.

En esa línea, Figueroa afirmó que si el gobierno insiste en su intransigencia con los montos tendrán que trabajar con los parlamentarios para poder avanzar en un reajuste digno para los trabajadores, sobre todo considerando el cuadro general de crecimiento y estabilidad del país.

Por esto indicó que la fórmula de reajustabilidad que se aplica al salario mínimo, ligada al IPC, no es sustantiva ni relevante, para un sector de trabajadores cuya pauta de consumo son los alimentos. “Ningún trabajador que perciba el sueldo mínimo cuenta con capacidad de ahorro, ni de inversión de ingresos,  por tanto su salario viene a cubrir es la posibilidad de que este logre superar la pobreza. El factor esencial para determinar ello está dado por el consumo y la canasta básica de alimento” señalan en la carta.