La Asociación de Investigadores de Mercado (AIM) en conjunto con la Universidad del Desarrollo emitieron un estudio que modifica los porcentajes de la caracterización socio-económica (GSE). A juicio del análisis, el grupo ABC1, de mayores ingresos del país, atañe a un 5,4% de la población, cinco décimas menos al indicador en 2002.
El segmento C2 registró una baja de casi tres puntos, cayendo a un 12,1%, y C3 tendría un 19,2%, el sector E baja a 22,4%, mientras que el grupo D, donde casi la mitad de los encuestados tiene ingresos entre 150 y 300 mil pesos, experimenta un alza de 34,3 a 41,1%.
Claudia Scherman, directora de la asociación, apuntó que la metodología busca conocer los hábitos de consumo de los chilenos, sumando distintos elementos que no son considerados por las mediciones oficiales. A su juicio, esto explica el cambio en las proporciones, al existir un mayor acceso a tecnología y comunicaciones.
“Nuestro análisis es poner la caracterización en el nuevo estado en que se encuentran estos segmentos. Lo que cambia es la descripción de estos segmentos y su consumo, la línea de confort ha mejorado. Si hacemos el análisis con datos de 10 años, se disparaba el ABC1 por tanta gente con smartphone o computador, cosas exclusivas pero que ahora tienen un acceso con bastante transversalidad”, dijo.
Martín Pascual, coordinador del Centro de Estudios de Desarrollo Alternativo (Cenda), indicó que estos porcentajes son susceptibles de cambios, pero mantiene la concentración económica en un grupo pequeño, que revela diferencias abismantes con el promedio local.
“Cuando hablan de 0,1%, tiene una diferencia de 800 veces con el 90% de la población. Entonces hay que meterse en una definición más fina, y apuntar a los ultraricos. La diferencia entre D y E no es tanta como los niveles superiores de ingreso en el país”, señaló.
Eugenio Figueroa, académico de la Universidad de Chile, autor de diversos estudios respecto de la desigualdad en el país, sostuvo que este tema es parte de los compromisos de los últimos gobiernos, sin experimentar grandes cambios.
Según Figueroa, este fenómeno se mantiene de momento en que el Estado no regula la explotación de recursos naturales, cuyos ingresos, que podrían llegar al Fisco, hoy eternizan la riqueza de un mínimo porcentaje de la población del país.
El académico apuntó que “esta enorme concentración se produce por una estructura tributaria que tiende a permanecer la desigualdad, esto tiene que ver con rentas de enorme dimensión en explotación de recursos naturales que no son reguladas tributariamente como se debe, y por lo tanto el Estado está regalando esa renta a un grupito de personas chilenas y empresas extranjeras que se llevan esa riqueza”.
El segmento de mayores ingresos mantiene la concentración de datos como una segunda vivienda, viajes al extranjero y acceso a cuenta corriente. En el factor educación, a nivel general un 45% de la población opta por educación subvencionada, y un 49% por educación municipal, con predominación en los grupos C3, D y E.