Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 25 de abril de 2024


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Denuncia contra Hospital San Juan de Dios


Jueves 27 de junio 2013 16:32 hrs.


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Estimado Director:

Escribo a nombre de mi tía Cecilia del Pilar Bustos Vergara, de 54 años de edad, quien padece un cáncer al útero de carácter terminal y hoy 27 de junio de 2013 se encuentra sufriendo una segunda trombosis. La presente tiene como objeto denunciar que en el Hospital San Juan de Dios de Santiago se mantuvo a mi tía CASI 24 HORAS SIN RECIBIR ATENCIÓN tirada en una camilla, sólo para luego trasladarla a un centro privado, la Clínica Bicentenario, perteneciente a la Cámara Chilena de la Construcción, donde a excusas del plan Auge se llevan a los pacientes para hacer crecer el negocio médico, obviando la atención integral de éstos. No es primera vez que esto sucede con mi tía.

Más allá de que durante todo el proceso de su enfermedad, salvo por algunas personas que han tratado el caso con la deferencia que corresponde, ella y la familia hemos sufrido una serie de inexplicables faltas de atención, demoras en diagnósticos, infecciones post-operatorias no tratadas a tiempo, quimioterapias sin testeo por alergias, “letra chica” en la cobertura del Auge, etc., hoy nos encontramos una vez más enfrentando la máxima indignidad. ¿Cómo es posible que en nuestro país a una mujer que ha dedicado toda su vida al trabajo, en este caso irónicamente en distintos centros de salud pública y privada, le ocurra esto? ¿Cómo es posible que a una mujer a la que religiosamente se le ha descontado dinero de sus salarios para pagar Fonasa y AFP, la hayan mantenido ENFERMA DE CÁNCER Y CON UNA TROMBOSIS EN CURSO TIRADA EN UNA CAMILLA SIN ATENCIÓN, más que un par de analgésicos, desde el 26 DE JUNIO A LAS 4 P.M HASTA EL 27 DE JUNIO A LAS 11.40 A.M?

Sólo en horas de la madrugada de hoy a una de sus hijas le pidieron llenar un formulario de hospitalización, pero desde entonces la mantuvieron en la misma camilla sin hacer nada más. Hasta que se les ocurrió nada mejor que enviarla a un centro privado, negándole a la familia participación en dicha decisión como asimismo una copia de la eco doppler que se le realizó. Una vez más, la FALTA DE TRANSPARENCIA en su atención nos mantiene preocupados por su estado de salud. Porque sabemos que sumada a la falta de atención sufrida, con los famosos “vouchers”, que trasladan dinero de la salud pública a la privada, se agregará otro problema: la falta de atención oportuna e integral para mi tía, como ya ha sucedido cuando se la ha trasladado a centros privados, práctica que sólo implica juntar exámenes de distintos lados sin coordinación y opiniones médicas sin consideración de otras, teniéndola días y días hospitalizada sin efectuar ningún procedimiento sólo porque supuestamente hay alguien de vacaciones o una máquina supuestamente no está disponible. Todo ello, haciendo incurrir en gastos innecesarios tanto al estado como a la familia, y, lo más importante, aumentando el tiempo de soledad y angustia de mi tía.

Mi querida tía Cecilia es una más de miles de personas que a diario sufren un sistema de salud hecho sólo para satisfacer a algunos ciudadanos, dejándonos a todos los demás a un lado, por supuesto luego de quitarnos por ley parte de lo ganado con nuestro trabajo, y haciéndonos además pagar aquello que planes anunciados con bombos y platillos debieran cubrir.

Sin perjuicio de nuestra crítica profunda al sistema de salud, en este momento lo único que nos importa es que las autoridades del Hospital San Juan de Dios, de la Clínica Bicentenario y del Ministerio de Salud se dignen a atender nuestra exigencia, que debe llegar a mezclarse con impotencia y súplica. Una exigencia muy sencilla, como es que instituciones creadas para otorgar salud a las personas den la atención debida a la ciudadana chilena Cecilia Bustos. Exigimos algo que no debería ser una dádiva ni un privilegio: una atención digna a nuestra madre, abuela, hija, esposa, hermana, tía, cuñada, prima, sobrina, quien es una persona de trabajo, de lucha, que ama, y a la que amamos.

Rogando por que mi tía nos siga acompañando un poquito más y no sufra demasiado, sin más que decir,

Silvana del Valle Bustos.
C.I. 134.449.207-4

El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

Envíanos tu carta al director a: radio@uchile.cl