Los funcionarios del Hospital de Urgencia de la Asistencia Pública de Santiago, también conocida como la ex Posta Central, se encuentran movilizados a causa de las denuncias de “maltratos” que habría ejercido el enfermero Héctor Araya, quien sin embargo cuenta con el respaldo de la directora del Hospital, Patricia Méndez, luego de que los resultados de un sumario administrativo no sustentaran la denuncia.
El presidente de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud (FENATS) de la ex Posta Central, Carlos García, exigió una intervención política para evitar una escalada de movilizaciones.
“No vamos a aceptar que el señor Araya nos esté pateando la puerta del baño cuando los funcionarios van al baño, nosotros no hemos solicitado rehacer o reabrir el sumario, lo que hemos dicho es que no nos da garantías ya que los funcionarios que presentaron la denuncia de maltrato no fueron citados a declarar”, expresó el dirigente.
“Vamos a mantener lo que hemos solicitado desde el principio: que el enfermero sea reubicado en otro lugar del trabajo, no estamos pidiendo que lo echen. Vamos a definir con los dirigentes, tanto metropolitanos como regionales y nacionales, cuál va a ser la condición de la movilización de aquí en adelante”, agregó.
Por su parte, el presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Salud (CONFENATS), Óscar Riveros, dijo que están vigentes los turnos éticos en el Hospital de Urgencia de la Asistencia Pública de Santiago, porque no quieren causar un daño a los usuarios y pacientes, pero insistió en que “esta denuncia puntual de maltrato no es una situación aislada, sino una práctica que se está instalando durante la actual administración, la cual parece no comprender integralmente lo que significa trabajar con personas”.
“Entendemos que estamos en un periodo difícil, de campaña de invierno, no queremos dañar a la gente que se viene a atender a los hospitales públicos. Este personal es un personal especializado, no es gente que trabaja en una ferretería. Por eso mismo tampoco vamos a permitir que se instale el maltrato como una herramienta de cumplir metas. No es posible que los trabajadores vayan soportando día a día la carga emocional que significa atender a la gente entre la vida y la muerte y más encima que venga un señor a empujar, a gritonear, a denigrar”, aseguró.
Al respecto, la directora del Hospital, Patricia Méndez, considera injustificadas las movilizaciones e informó que han recibido funcionarios del Hospital de la Fuerza Aérea para enfrentar esta situación de movilizaciones.
“No se puede seguir en esta pugna entre los funcionarios y nosotros tenemos que centrarnos en lo que es lo más importante, nuestra tarea y responsabilidad: el atender a nuestros pacientes en la forma más adecuada, más oportuna, más correcta y digna”, manifestó.
Puesto que la escala de este conflicto se está amplificando –primero sólo estaba acotado al Hospital mencionado, luego reaccionaron dirigentes regionales, y ahora se discuten movilizaciones nacionales- se espera una intervención del ministro de Salud, Jaime Mañalich.