La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) acogió la propuesta presentada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) para mejorar la metodología de cálculo del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
La propuesta del INE está enfocada en perfeccionar la captura en los cambios de precios del ítem “Prendas de Vestir y Calzado”, con el objetivo de asegurar que el índice refleje con exactitud la evolución de la inflación.
Para el economista Joseph Ramos, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, era urgente hacer cambios en este punto, ya que “el supuesto de todos es que se estaba subestimando la inflación de prendas de vestir y calzado en la metodología antigua”.
“No es fácil ajustar por cambios de moda, por productos que cambian de calidad, que son claramente estacionales, es complejo en cualquier parte del mundo. Entonces es algo con lo que se está lidiando en todas partes y en esto Chile va a estar adoptando la metodología más moderna que hay al respecto, ya que la OCDE está validando este cambio”, destacó.
Pese al avance, el especialista considera que otros ítems, como vivienda, también debieran ser revisados por el INE, debido a la evolución que los precios y las condiciones económicas y sociales han tenido en los últimos años.
El analista económico Roberto Meza coincide con este diagnóstico y agrega que, a su juicio, es necesario relativizar la importancia de los productos que estudia el INE para calcular el IPC según las distintas necesidades por grupo social.
“Para los sectores más pobres, por ejemplo, la inflación en alimentos es mucho más relevante que la inflación de los productos electrónicos, porque eso es en lo que consumen más, y sin embargo sus sueldos se van reajustando por arreglo al IPC general. Entonces desde esa perspectiva, todavía hay que hacer una revisión mucho más completa de la proporcionalidad que tienen los 400 productos que están en la canasta para medir con mayor justicia el impacto que tienen los aumentos o disminuciones de precios de esos productos con respecto al tipo de aumentos de salarios e ingresos que ellos puedan tener”, explicó.
Los expertos coinciden en que el ítem modificado es uno de los más difíciles de medir a nivel mundial, por la fluctuación según temporadas y modas. Es por ello que enfatizan en la importancia de que la OCDE haya validado la nueva metodología de medición, la que esperan sea dada a conocer a los expertos a la brevedad.
Así también lo estima el economista Víctor Salas, académico de la Universidad de Santiago, quien explica que, pese a que el ítem “Prendas de vestir y Calzado” representa cerca del 5% del total del IPC, con esta modificación sí habrá un impacto considerable en la cifra final.
“Se estimaba que se había perdido alrededor de 0.8 puntos en la inflación: en vez de ser 1.5 debería haber sido 2 y algo el año pasado, por la forma de estimar ese ítem. Desde luego que impacta, ¿te fijas? Ahora, tiene sus pro y contra todo eso, en términos del vestuario, porque permanentemente las tiendas están haciendo liquidaciones para poder capturar a los consumidores y eso también tiende no solo a subir los precios de los vestuarios, sino que también a bajarlos, de forma que el impacto es importante”, aseguró.
Las mejoras metodológicas asociadas a la división “Prendas de Vestir y Calzado” se implementarán en julio de este año y se verán reflejadas durante los primeros días de agosto.